Oaxaca.- Las playas son los destinos principales para estas vacaciones de Semana Santa, pero la lejanía de las bahías o el presupuesto para viajar hasta la costa oaxaqueña, no son una opción desafortunada para turistas locales, nacionales o de fuera; a hora y media de la capital se encuentran Hierve el Agua, los centros ecoturísticos Cuatro Venados, las Guacamayas y tras un viaje de dos horas a la mixteca, puedes llegar a las cascadas del pueblo mágico de Apoala.
Si el destino era llegar a un ambiente cálido y con viento -como el mar-, las cascadas petrificadas de Hierve el Agua son una alternativa ideal para asolearse sobre formas que tardaron en hacerse más de mil años... los ojos de agua forman albercas naturales para refrescar el cuerpo tras recibir los rayos del sol.
De 12 y 30 metros de altura, ambas cascadas se encuentran en San Isidro Roaguía, población oaxaqueña que conserva esta formación milenaria, una de las dos que existen en todo el planeta (las otras son las petrificadas de Pamukkale, en Turquía).
Un amplio estacionamiento, cabañas para pasar la noche, más de una docena de comedores, una alberca artificial, dos naturales y ojos de agua, son parte de la biodiversidad única de Hierve el Agua -como recomendación acude muy temprano, pues la afluencia de la gente es notable tras las 12 horas.
Las cascadas de Santiago Apoala son las más lejanas en este repertorio, pero la distancia no se compara a la satisfacción de descubrir ojos de agua, la llamada cascada de la culebra y los arroyos que forma en este pueblo mágico mixteco, el cual significa "donde reparten el agua".
La flora y fauna diversa, el ambiente templado y lugares donde zambullirse son una alternativa para aquellos que huyen del calor y la arena; aquí existen recorridos dentro de cuevas con arroyos en su interior, además de decenas de grutas que forman entre las peñas de este municipio mixteco. Para llegar a él hay que llegar a Asunción Nochixtlán, por la supercarretera México-Oaxaca, y desviarse en el letrero que guía a Apoala.
En Teococuilco de Marcos Pérez el centro ecoturístico las Guacamayas espera con un arroyo frío y una cascada de más de 15 metros a los visitantes; el frío aquí ronda en el ecosistema, ideal para quienes buscan estar abrigados, dentro de una cabaña con una fogata encendida.
Las familias de la comunidad que atienden este centro ecoturístico, se ven beneficiadas por la afluencia de viajeros que recorren sus bosques fríos, la principal oferta que ofrecen en las Guacamayas es la comodidad, el trato hospitalario y el descanso total... muy lejos del ruido de motores y el calor que se encierra en el asfalto de las ciudades.
Este último lugar es el más cercano a la capital oaxaqueña, cuenta con una caída de agua que supera los 20 metros de altura, su agua cristalina con tonos verdes y la brisa que cae en los visitantes, al pasar por un puente colgante cerca de la cascada, son el principal atractivo del centro ecoturístico Cuatro Venados, ubicado a hora y media de la capital.
San Pablo Cuatro Venados es un municipio al interior del distrito de Zaachila y en él se encuentran la cascada La Reina, una impresionante caída de más de 30 metros que se aprecia desde el puente y un mirador que permite ver la extensión de los valles centrales.
En la comunidad, la población inició un programa de criadero de truchas y al igual que las Guacamayas, en este centro se benefician las familias de la localidad con los servicios que ofrecen a los turistas: recorridos en las veredas, chapuzones en pozas de agua o practicar el cañonismo en la cascada (rappel, descenso y escalada en la depresión montañosa). Oaxaca es más que sus playas, descúbrelo a menos de dos horas.
