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“La lucha está para llorar”, en Oaxaca, reconoce Brazo de la Jungla

Brazo de la Jungla
Foto(s): Cortesía
Redacción

Julio César Sánchez García. 

“En la actualidad, la lucha libre está para llorar; ahorita ya no existe disciplina, porque hay compañeros que entrenan uno o dos meses y ya son luchadores, y la mera verdad, esos son los que denigran este deporte”, mencionó el luchador en activo, Brazo de la Jungla. 

Abundó “de que sirve que existen compañeros que le echaron ganas, que se rompieron el crisma, para que ahora cualquier hijo de vecino sea gladiador; como decían los promotores de antes, para ser luchador, primero tienes que parecerlo, por eso, espero que pronto se compongan las cosas en este deporte”. 

Iniciado en el deporte de los costalazos en el año de 1981, Brazo de la Jungla, sigue vigente en el mismo, el cual sigue siendo su pasión. 

El primer contacto con la lucha libre fue cuando entrenó con los ya finados: El Kingo, Relámpago Gómez y El Cardenal. 

Su primera lucha la realizó contra El Indio Comanche Junior, en la población de San Martín Tilcajete, Ocotlán. Oaxaca.

Lo que lo llevó a este bello deporte fue que desde su infancia vio una función de lucha libre, por lo que se enamoró de la lucha libre, que con los años fue su pasión.

“Tenía un hermano que compraba mucho las revistas del Huracán Ramírez, y ahí salían planillas que tenía uno que llenar y al hacerlo, ganaba una máscara. Tuve la oportunidad de ganar algunas y andar por las calles enmascarado, por lo que, desde chamaco me ha gustado este deporte”. 

Refirió que cuando a una persona le gusta algo, lucha hasta conseguirlo, “algunos van a experimentar para saber qué se siente, pero a mí me nació, me gustó y hasta la fecha lo sigo practicando”. 

En sus inicios empezó dándole vida al personaje de Estrella del Sur, de ahí Jungla, “éramos tres Jungla”, de ahí luchó como Imperial, cambiando después al personaje del Ánima, y en la actualidad El Brazo de la Jungla, el cual me lo concedió el señor Jesús Alvarado Nieves El Brazo de Oro (q.e.p.d). “Esto, cuando hizo una gira, me vio, le gustó mi desenvolvimiento en el ring, y le pedí su autorización para usar ese nombre, a lo cual accedió”. 

Una de las máscaras que adornan su vitrina de trofeo, es la de uno de los Fantasmas Blancos, la cual ganó en la catedral de la lucha libre oaxaqueña, la Arena San Francisco. 

También la de Las Momias Aztecas, en ese mismo coloso; así como las cabelleras de los Locos Martín. 

Señaló que arriba del ring se siente una emoción increíble, “es una emoción muy bonita, ya que aparte de los nervios, escuchar los gritos de apoyo del público, es algo indescriptible”. 

Para ello, se entrega a los entrenamientos, para que todo le salga bien, “sobre todo, para no decepcionar a los maestros, que nos enseñan lo elemental y nos suben a un ring para demostrar lo que uno aprende”. 

Finalmente, envió saludos a los lectores de Noticias, Voz e imagen de Oaxaca, y los invitó a que sigan apoyando los encuentros de lucha libre, ya sean en los barrios, las poblaciones y las arenas, en donde se presenten los luchadores de hoy, mañana y siempre. 

 

 

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