Ciudad de México.- La condena histórica de 63 años de cárcel contra el sacerdote pederasta Carlos López Valdés por los delitos de abuso sexual y corrupción de menores es solo el principio. El proceso continúa y ahora el objetivo serán sus encubridores, encabezados presuntamente por Norberto Rivera Carrera, recientemente jubilado de la Arquidiócesis de México.
Coahuila.- Como activista contra la pederastia clerical en Coahuila, José Ignacio Pacheco presentó ayer a la Nunciatura Apostólica del Vaticano en México casos de abusos en el estado que involucran a al menos 17 sacerdotes, quienes siguen formando parte de la Iglesia católica.
Un nuevo caso de pederastia en el seno de la iglesia católica mexicana ha salido a la luz este viernes: un cura ha sido detenido por la policía por presuntamente haber abusado sexualmente de una menor de 12 años en la Ciudad de México.
Los hechos denunciados ocurrieron el pasado miércoles en la delegación Cuauhtémoc, en el centro de la capital mexicana. Es la primera acusación de pederastia clerical que se destapa en la administración de Carlos Aguiar Retes como nuevo arzobispo primado de México, quien ha prometido “tolerancia cero” ante estas situaciones.
Un sujeto que le tocó sus partes a una menor de edad cuando fue a dejarle tortillas a su domicilio, fue detenido por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones en Cerro Metate perteneciente a Miahuatlán de Porfirio Díaz, y quedó a disposición del juez penal que lo requería, y Puerto Escondido fue arrestada otra persona como presunto responsable del delito de tentativa de violación.
Un sujeto que fue acusado de atacar sexualmente a una menor de edad en diversas ocasiones y obligarla a ver películas pornográficas, fue detenido por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones en Santa Cruz Huatulco y quedó a disposición de la autoridad ministerial.
El reporte indica que Benjamín C.C. fue detenido en cumplimiento a la orden de aprehensiòn en la causa penal 366/2017 por el delito de violaciòn agravada y corrupción de menores.
Omar P. J., de 32 años de edad, fue detenido por motopatrulleros de la Comisión de Seguridad Pública y Vialidad Municipal cuando escapaba luego de tocar sus partes íntimas y robar su teléfono a dos menores de edad, estudiantes de secundaria.
Los hechos ocurrieron la tarde del jueves cuando las menores caminaban en en la avenida Ferrocarril con dirección a la calle de Montes de Oca del barrio del Ex Marquesado ya que regresaban a su domicilio ubicado en esa misma zona.
Era la tercera vez que se encontraban. “Voy a enseñarte cómo se besa”, le dijo el hombre de 28 años, padre de dos hijos. Así convenció a la niña de 11 de acompañarlo hasta su casa, ubicada en los suburbios parisinos.
Ni bien entraron, tuvieron sexo en la escalera. Una vez que terminaron, la dejó ir. Angustiada, la niña regresó a su casa y les contó a sus padres lo que había ocurrido. Inmediatamente, hicieron la denuncia policial. Un hombre había violado a su hija.
Por un supuesto error, vecinos del fraccionamiento Yagul en Tlacolula de Matamoros iban a linchar a una persona al ser señalada de violación de un menor de edad, pero que en realidad dijo que sólo intentó ayudarlo al observar que estaba tirado en la calle.
Los hechos ocurrieron a las 22 horas del martes cuando José Luis C.H., de 41 años de edad, se dirigía a su domicilio ubicado en el mismo fraccionamiento, pero en el parque del lugar observó que un menor estaba inconsciente.
El juez tercero penal dictó sentencia condenatoria de 60 años de prisión contra Julio César R. M. al encontrarlo culpable de los delitos de equiparado a la violación y homicidio calificado en agravio de Gamaliel N, de sólo 6 años de edad.
La sentencia se logró luego que Magistrados del Tribunal Superior de Justicia ordenaron la reposición del procedimiento penal en contra de Julio César, quien originalmente fue sentencia a 56 años de prisión.
La triste historia de la pequeña Rocío, de apenas seis años de edad, terminó en tragedia al ser víctima de agresiones físicas y sexuales que presuntamente le fueron provocadas por su madre adoptiva.
La presunta agresora identificada como Yahaira, intentó burlar la ley al hacer creer que la niña se cayó dentro del baño de su casa y se pegó en la cabeza con el sanitario.
