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Se mira Miroslaw Balka ante el vacío 

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- El escultor y videoartista polaco Miroslaw Balka, en cuya obra resuenan episodios de la historia mundial, como la invasión nazi en Polonia y el Holocausto, exhibe por primera vez su obra en México.

 

Bajo el marco de la Semana del Arte en la Ciudad de México, la Galerie Nordenhake presenta del artista La nube, una instalación integrada por 650 cubetas de plástico negro, rellenas con un litro de agua, que remiten al vacío, un tema recurrente en el trabajo del creador.

"Muchas de sus piezas tienen que ver con el vacío, con el abismo de la memoria", destacó este miércoles Pablo Arredondo, representante de la galería, durante un recorrido por la muestra.

"La idea de la 'nube' es que el usuario pueda caminar entre las cubetas y mirarse a sí mismo en el espejo de agua que generan éstas".

Además de abordar el tema del vacío, La nube refiere el término homónimo de informática para designar la red mundial de servidores que almacenan datos, y su protagónica presencia.

"Es un juego de palabras con el cloudstorage, y las cubetas recrean también el reflejo de la pantalla del teléfono, un reflejo narciso: la 'nube' te absorbe, todo el tiempo estamos subiéndonos a la nube, y ni siquiera de manera consciente, sino en forma automática.

"En ese sentido, también tiene que ver con nuestra contemporaneidad digital", añadió Arredondo.

Balka, quien en 2009 presentó en la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres la instalación How It Is, despliega en Nordenhake otra pieza titulada La niebla, que consta de placas verticales de policarbonato ondulado, las cuales representan la disipación de la memoria, el olvido de la historia.

"Esto tiene que ver con la manera en que se borran o se distorsiona la memoria, no solamente del Holocausto, sino también de Polonia", explicó Arredondo sobre los temas de los que se ocupa el artista, al que también distingue el uso de materiales con asociaciones históricas, como la ceniza, el fieltro, la sal, el pelo y el jabón, y también industriales, signo de una contemporaneidad estandarizada, en este caso del plástico de las cubetas y el policarbonato.

"El trabajo de Miroslaw Balka se caracteriza por su cualidad cruda y elegiaca, resultado del énfasis en el emplazamiento preciso y minimal de objetos así como los espacios o pausas entre ellos", precisa la galería.

Balka, quien no pudo viajar a México para esta exposición, nació en 1958 y vive y trabaja entre Otwock, Polonia, y Oliva, en España.

Su obra está presente en las colecciones de diversos museos de todo el mundo, entre ellos el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, el Art Institute de Chicago, el Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles, el Hirshhorn Museum de Washington, The Israel Museum de Jerusalén, el Van Abbemuseum de Eindhoven, en Países Bajos, y la londinense Tate Modern.

También se le han encargado varias obras permanentes al aire libre, como el monumento a las Víctimas de la tragedia del transbordador Estonia, en Estocolmo, Suecia, de 1997, y la pieza Auschwitzwieliczka, en la calle Lipowa de Cracovia, Polonia, del año 2010.

Balka, graduado en 1985 en la Academia de Bellas Artes de Varsovia y miembro de la Academia de Arte de Berlín, es representado por Nordenhake, con sedes en Estocolmo y Berlín, desde 1990.

La exposición del artista polaco en la CDMX estará abierta al público del siete de febrero al 10 de marzo en Monterrey 65, en la Colonia Roma, sede mexicana de la galería.

Pero la apuesta de Nordenhake para la Semana del Arte no solamente se cifra en Balka. El espacio también exhibe, por ejemplo, obra del argentino Jerónimo Rüedi, pintor nacido en Mendoza en 1981 y afincado desde el año 2014 en México, donde ha expuesto en el Museo Experimental El Eco, y Hakan Rehnberg, nacido en Estocolmo en 1953.

 

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