Yanireth Israde/ Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- El paisaje, no como un escenario inmutable, sino como personaje en permanente transformación, protagoniza la muestra La estación flotante y los satélites suspendidos, del artista Francisco "Taka" Fernández.
"Durante casi toda mi carrera se ha manifestado el paisaje o vínculos con el paisajismo mexicano. Mi padre era pintor, mi tío abuelo también y hacían paisajes más modernistas, de modo que siempre estuvo presente en mi vida y en mi formación. Me ha interesado, más que como contexto o escenario, como personaje activo de la historia, que se transforma por la influencia humana o natural y va cambiando", relata el creador, quien reúne en la Galería Arróniz 13 piezas, entre esculturas y pinturas en las que predomina el color rojo.
Para Fernández el paisaje no solo constituye un tema de su obra, pues él se integra en éste y allí desarrolla su trabajo en talleres que construye, capaces de flotar en el agua. Les ha llamado "estación flotante de contemplación activa", el primero de ellos situado en los manglares de la costa de Oaxaca, en la Laguna de Manialtepec, donde se estableció entre 2013 y 2019 y el más reciente -en el cual desarrolló la serie desplegada en Arróniz en 2021- en los canales de Xochimilco. La serie incluye tres esculturas o satélites que son la expresión tridimensional de formas que habitan en sus dibujos u obra pictórica.
"Principalmente era un observatorio a la vez que un taller nómada, con la particularidad de que solo podía emplazarse en agua. Entonces construí un dispositivo con material reciclado de acero y botes de plástico de 200 litros", cuenta sobre el surgimiento de este taller.
"La estación era mi taller, mi observatorio, pero también una escultura flotante extraña, que llamaba la atención de la gente", dice. Su estancia terminó en un intercambio de experiencias con los pescadores del lugar.
Para su reciente incursión en Xochimilco desarrolló una estación más compacta; originalmente Fernández flotaría también en los "residuos acuíferos" de Chalco y de Texcoco, pero la pandemia lo orilló a trabajar, durante 2020, solo con la memoria, hasta que pudo instalarse ahí en 2021, detalla el artista.
La estación flotante y los satélites suspendidos permanecerá expuesta hasta los primeros días de enero en la Galería Arróniz, en la colonia Roma, de la Ciudad de México.
