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Cautiva Festival de Órgano a Yanhuitlán y San Andrés Zautla

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Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

El sonido de los órganos históricos de Santo Domingo Yanhuitlán y San Andrés Zautla hicieron del cuarto día del 14 Festival de Órganos Históricos y Música Antigua, un día de sorpresas. En el primero a manos del organista Víctor Contreras y el trombonista, Faustino Díaz; y el segundo, a manos de participantes del encuentro, que tuvieron oportunidad para mostrar sus talentos.

El repertorio que tuvo lugar en el templo de Santo Domingo Yanhuitlán, ejemplar que fue restaurado en 1998, incluyó piezas como “La Hieronyma”, de Giovanni Martino Cesare; “Quarta sonata”, de Dario Castello y “Xácara”, de Juan Caballines.

El trombonista y trompetista originario de San Lorenzo Cacaotepec, Faustino Díaz, interpretó el concierto para trompeta en re menor, de Giuseppe Torell; la “Sonata para trombón” de Benedetto Marcello; y la “Sonata para trompeta” de Henry Purcell, ante un público local de este municipio de la Mixteca y los participantes del festival, cuya experiencia calificaron de inmejorable, al poder apreciar los retablos y la arquitectura.

La comunidad de San Andrés Zautla les dio un gran recibimiento a los participantes del festival, con una muestra de su hospitalidad, cargada de música, gastronomía y sus tradicionales curados; para dar paso por la tarde-noche al concierto a manos de Malcom Halliday, Jorge Moguel, Jared Lamenzo, Mark Pacoe y Jesús González Velasco, joven talento oaxaqueño.

Un portento del órgano de Yanhuitlán

¿Sabías que el órgano de Santo Domingo Yanhuitlán es el único que presenta símbolos dominicos en la decoración de la caja? la cruz blanca y negra, el perro con su antorcha y la estrella de ocho puntos. En su remate se encuentra una imagen de San Juan Bautista. 

Aunque no se conoce ni la fecha de su construcción ni el nombre de su constructor, se supone que el órgano histórico de Yanhuitlán fue hecho en Oaxaca a finales del siglo 17, ya que la decoración de la casa y los tubos de la fachada comparten muchas características con el órgano de la Basílica de La Soledad, que data de 1686, tales como la forma de la estructura de la caja, el diseño fónico, las imágenes fantasmales que formaban parte de la policromía de la fachada y las ricas tallas en el exterior del mueble. 

La restauración de este tesoro fue en el año de 1998, por el organero francés Pascal Quoirin, a través de la Academia Mexicana de Música Antigua para Órgano, con el apoyo de Fomento Cultural Banamex.

Como parte de su descripción y características, el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO) documenta que este órgano monumental es de ocho pies, sus  dimensiones de 5.79 metros de altura, por 4.80 ancho y 1.32 de profundidad. 

Se puede apreciar colocado en un balcón lateral en el imponente espacio del templo de Yanhuitlán; este bellísimo órgano es el único en Oaxaca que presenta símbolos dominicos pintados en la caja, la cruz blanca y negra, y el perro con su antorcha. 

Los tubos de la fachada son originales y están decorados con mascarones y diseños florales y en su remate se encuentra una imagen de San Juan Bautista. El color de fondo de la policromía de la caja viró hacia un café cobrizo, siendo originalmente verde.

El órgano, tesoro de Zautla

El órgano de San Andrés Zautla es de dimensiones medianas y está colocado sobre una mesa, pero esto es más bien un detalle estilístico que práctico, porque el órgano es demasiado grande y pesado para llevarse fácilmente de un lado a otro. 

Las puertas de la caja del órgano están pintadas con imágenes de los cuatro arcángeles y a los lados se encuentran San Pedro y San Andrés. Los tubos están pintados con mascarones, utilizando el escape de aire para dar forma a la boca.

La fecha del órgano de San Andrés Zautla, 1726, fue descubierta en el año 2000 en el tubo central de la fachada. Se puede considerar este órgano como parte de un grupo que comparten muchas características en cuanto a su diseño musical, la construcción, el perfil o decoración de sus cajas, y su período cronológico, como los de San Dionisio Ocotepec (1721), San Pedro Quiatoni (1729), Santa María de la Natividad Tamazulápam, San Jerónimo Tlacochahuaya y San Pedro Mártir Yucuxaco (1740).

La pintura de la caja del órgano fue restaurada entre 1993 y 1995 por Pronasol y el mecanismo fónico en 1997 por Susan Tattershall, directora del Taller de Órganos Históricos de México. Milagrosamente, casi todos los tubos originales habían sobrevivido el paso del tiempo, aunque se tuvieron que fabricar de nueva cuenta el teclado y los fuelles.

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