Pasar al contenido principal
x

Demián Flores plantea identidad, la memoria y el territorio en Oaxaca

portada-arte
Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

Con “A flor de piel” compuesta por 15 pinturas al óleo sobre lino y “8 Gruñón/Garra Conejo” con 10 acrílicos sobre tela, Demián Flores plantea la pintura como un mapa de posibilidades y una forma de pensamiento.

Inauguradas hace unos días, las muestras simultáneas en la Galería Casa Lamm, en la Ciudad de México, posibilitan un diálogo mutuo.

Por un lado “A flor de piel” está compuesta por 15 pinturas al óleo sobre lino en crudo, de diferentes formatos, en las cuales la línea pictórica es la protagonista. Lo que busca el artista es un aglutinamiento de contornos que construyen un imaginario pictórico basado en las vasijas-efigies de la antigua cultura zapoteca.

 

 

Al respecto, el artista señala: “En los últimos años, mi trabajo se ha decantado por la investigación sobre los lenguajes visuales. En la pintura, como bien apunta Luis Cardoza y Aragón, ‘Un cuadro es inefable: no se expresa sino en su propio lenguaje’. A la par de las temáticas que siempre me han interesado, que giran sobre la identidad, el territorio y la memoria, he volteado la mirada hacia los elementos que definen la materialidad de la pintura, entre ellos el color, el soporte y la línea, como detonantes conceptuales con sus propias cargas de significado”.

Respecto a la muestra, Efraín Velasco apunta: “El quehacer pictórico que muestra Demián Flores en 'A flor de piel' explora la necesidad colectiva de dar sentido al mundo en el que vivimos. Cada dios tiene obligaciones sobre el cosmos, le da forma y razón de ser. Flores recupera la noción del establecimiento del orden a través de lo divino; encimar la figura de los dioses es también dotar de nuevas funciones, inclusive, aunque esto signifique una contraposición de poderes.”

 

 

“8 Gruñón/Garra Conejo”, con origen en la poesía

A la par, el artista presenta la exhibición “8 Gruñón/Garra Conejo”, en una propuesta de 10 pinturas en acrílico, cuyo origen es el poemario que el artista oaxaqueño Efraín Velasco escribió en 2015, para el cual retoma la figura creada por los hermanos Grimm, llevada en 1937 por Disney a las pantallas. 

En esta muestra pictórica, como señala Velasco: “La transversalidad con la que trabaja Demián Flores, las dos cosmogonías a partir de las que se desarrollan las características de este personaje, resulta en un complejo de dos mundos encontrados y no resueltos por completo. En estos trabajos se pueden advertir reflejos mitológicos y a la vez modernos, iconografías bastardas, llenas de impurezas, pero, por ello mismo y por las propias contradicciones espirituales que evocan, evidencian mundos conciliados a medias”.

 

 

Demián Flores explicó que ambas series son la reafirmación de la práctica pictórica y sus constantes redefiniciones. Son propuestas que abren el campo hacía la experimentación, la gestualidad y la acción de pintar entendiendo al acto creativo como liberador, en el que signos, símbolos e imágenes, tanto históricos y políticos, como de la cultura contemporánea, se entreveran y aglutinan continuamente.

 

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.