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La literatura es un camino de curiosidad: Jazmina Barrera en la FILO

Foto(s): Carina Pérez García
Carina Pérez García

Jazmina Barrera, autora de libros como "Cuaderno de Faros", "Línea negra" y "Punto de Cruz", relata sobre esta última novela que hace siete años la invitaron a un congreso sobre costura y bordado, de lo cual escribió un ensayo fragmentado que sintió que siempre podía crecer: “Escribí una novela de tres amigas, que estaba centrada en la adolescencia, centrada en un periodo de amistad, vínculos fuertes, complejos e intensos que determinan mucho a las personas en las que nos convertimos”. 

En entrevista desde la 42 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), comparte que cuando hizo una investigación sobre documentos, en su adolescencia, la cual tenía que ver con cartas, se acordó de la importancia del bordado en su comunidad de amigas en ese momento y regresó a ese ensayo, el cual empezó a crecer. Ella, en ese entonces no sabía lo que iba a hacer con él; en algún momento, decidió bordar los fragmentos ensayísticos con los fragmentos de la historia de las tres amigas de la clase media. 

-¿Qué ha representado para tí el bordado?

-El bordado en el mundo es algo muy ubicuo que ha sucedido en muy distintas temporalidades, en muy distintas geografías y que muchas veces han sido las mujeres las directamente involucradas en esta práctica, en comunidad. 

"Estas actividades como el bordado, hilado y tejido, permiten platicar al mismo tiempo que permiten crear algo colectivo y pensar otras tareas, soltar tantito el tejido mientras le apagas a una olla en la estufa o le echas un ojo a los niños. 

"Yo quería dar una probadita a las posibilidades de que el bordado se ha acercado a la creación artística, a la denuncia, al pasatiempo, a la creación, el divertimento, la creación colectiva que ha posibilitado que las mujeres se organicen para obtener una remuneración económica o la búsqueda de personas desaparecidas, o con protestas feministas, todo como considerar al bordado una herramienta".

-¿Por qué esa bordada del punto de cruz?

-Abordo distintas puntadas, no sólo el punto de cruz. Lo elegí para el título porque es el primero que aprende la protagonista y yo también. Me gustaba como metáfora, porque es una puntada que parece que son individuales, pero es una cadena de cosas, pero lo es. Habla de ese vínculo que tenemos, me gustaba como metáfora, las cruces que tienen que ver con la muerte y el punto de la vida en el que se cruzan estas tres mujeres. 

"Empezaron a estar basadas estas historias de amigas, con historias inventadas, porque principalmente  porque estos personajes empezaron a cobrar vida; son personajes que les interesa contar cosas, no son mis amigas ni yo, son muy ellas". 

-¿Cómo fue tu comienzo en la literatura?

-A mí siempre me gustó leer, los libros me enseñaron y me divirtieron. Desde que era niña nos pedían textos libres que después imprimimos en imprentas de tipos móviles; a la fecha sigo escribiendo textos libres, lo he cultivado. 

-¿Qué te representa publicar con Almadía?

-Publicar con Almadía es mi casa, es una apuesta por los libros, es como una familia, acogedores, cariñosos y comprensivos, además entusiastas, han logrado expandir el alcance de Almadía, han logrado que los libros lleguen a más manos de personas lectoras. Es difícil fomentar la lectura, tener una editorial independiente y hacer libros, por lo que considero su trabajo como algo invaluable. 

-¿Qué lecciones te dejó la pandemia?

-La pandemia nos hizo valorar lo que es estar en presencia de estas autoras y autoras, de convivir en un mismo espacio, de encontrarnos en los pasillos, de platicar con todo el ecosistema que implica la literatura, autores, editoriales, periodistas, es emocionante para mí, es feliz y me emociona que sea en Oaxaca, una ciudad que invita al placer de todo, gastronomía, arte y literatura. 

-Estás en Oaxaca, ¿qué es lo que más te gusta del arte oaxaqueño?

-En el arte tiene un referente que se llama Toledo, como leyenda. Mi mamá es artista, así que sé que fue un hombre que aportó mucho a Oaxaca y al resto del país. Con su obra y con sus proyectos que realizó y comunidades, realmente construyó. Le gusta la comida, es fan del mole, de las tlayudas, el mezcal y el chocolate. Le gusta ir a ver textiles oaxaqueños, que te llevan la vista, los ojos y el alma.

-Para tí, ¿qué representa o para qué sirve la literatura?

-Para los que somos escritores no debería ser la prioridad, como no lo debería ser el trabajo; debería estar por encima la relación con nuestra familia, con nuestra salud, porque la literatura es un oficio, que nos debe dar humildad, tampoco es que estemos haciendo nada sobrenatural lo cual es maravilloso, pero nada más. Es bajar la literatura al mundo material, estamos jugando y haciendo literatura, hay que quitarle la solemnidad a este oficio, que claro, es fundamental para la humanidad. 

-¿Cuáles son tus recomendaciones para esta FILO?

-Recomiendo a autoras como Dolores Reyes, con “Cometierra”, la cual habla de personas desaparecidas y tiene un elemento de novela negra. También recomiendo: “Yo maté a un perro en Rumanía”, de Claudia Ulloa, escritora peruana radicada en Noruega, novela que te atrapa de principio a fin, tan bien escrita, tiene humor, dolor y redención.

 

Jazmina Barrera destaca que la literatura le ha servido para profundizar, complejizar, investigar lo que implica en esta sociedad tan violenta.

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