OAXACA.- Ni su edad, ni el dinero y mucho menos su padecimiento de úlceras varicosas detiene la misión del
“Viejo Trotamundos” quien por segunda ocasión regresa a Oaxaca para continuar con su misión de lograr un país menos contaminado.
Cargando su clásico letrero color amarillo, un cuadernillo donde registra cada visita a las diversas ciudades y estados, don Tomás Ortiz González se encuentra de nueva cuenta en la capital oaxaqueña para visitar en esta ocasión los municipios de San Pablo Villa de Mitla, Tlacolula de Matamoros, El Tule y la Villa de Etla.
El hombre de 92 años recuerda que la idea de este viaje surgió con la intención de construir un país más limpio, donde no se genere más basura.
“Fui soldado de la Segunda Guerra Mundial (1939- 1945) y en ese tiempo me tocó recorrer el territorio nacional. Yo ví al país limpio y por eso ahora salgo para pedir a la gente que no tire basura” afirma con tristeza quien ha caminado por 210 ciudades en 8 años.
“ Nunca me imaginé que el país se volviera tan sucio” por eso sigo caminando, explica don Tomás.
El originario del estado de Puebla comparte que en el único estado donde lo corrieron las autoridades fue en Monterrey pues funcionarios municipales lo sacaron de las oficinas de gobierno.
A pesar de las malas experiencias, Don Tomás continúa pidiendo a la gente una sola cosa:
“No tirar la basura en la calle bastará para que la ciudad esté limpia… el que es limpio no ensucia” es el mensaje que porta en su letrero.
NO HAY IMPOSIBLE
Quien en esta ocasión visitará algunos municipios de los valles centrales afirma que no hay imposibles y que con un poco de voluntad se pueden lograr las cosas.
Para sus viajes se hospeda en lugares económicos, nunca pide dinero pero asegura que si alguna persona desea apoyarlo en su recorrido acepta su cooperación.
“Voy a viajar pero no sé hasta donde me dan mis centavos porque no pido dinero, yo viajo por mis recursos, que son limitados” comparte el viajero en breve entrevista con NVI NOTICIAS.
UN MENSAJE
Después de visitar las instalaciones de esta casa editorial, Don Tomás partió con destino al zócalo de la ciudad no sin antes dejar un mensaje final:
“Debemos quitarnos el letrero que llevamos en la espalda que dice; mexicano y mexicana sucios”
