Oaxaca.- "Mi hija no ha muerto, vive en otras personas", expresó satisfecho Marino Vásquez Martinez, padre de la médico general Verónica Maciel Vasquez Hipólito, víctima de muerte cerebral, quien un día, alegre y consciente del valor de la vida, le dijo a sus familiares: "Cuando muera, pueden disponer de mis órganos para prolongar la vida de otros".
Veronica era madre de dos hijos y contaba con nueve años de antigüedad en los Servicios de Salud de Oaxaca. Estaba adscrita a una unidad médica de Puerto Escondido. Su muerte fue muy repentina, acepta su padre, originario de Zaachila.
El Hospital Regional "Presidente Juárez" de esta ciudad, fue el escenario de la procuración de órganos, y el acontecimiento fue transmitido a los medios de información en un acto protocolario encabezado por Carlos Domínguez Perez, director de esa unidad hospitalaria.
Al resaltar la trascendía de este hecho, el médico Armando Altamirano Jiménez, representante personal del encarando de despacho de los Servicios de Salud de Oaxaca, Héctor Gonzalez Hernández, saludó con respeto al padre de Verónica Vasquez Hipólito y llamó a todos los oaxaqueños a seguir el espíritu altruista y el ejemplo de amor de la ex trabajadora de los Servicios de Salud de Oaxaca.
En presencia de Alejandro Mayoral, uno de los prestigiados trasplantólogos del Hospital Regional de Alta Especialidad del Estado de Oaxaca, y de Fernando Almaguer Escuadra, cirujano de trasplantes renales al servicio del ISSSTE, se dio a conocer que Veronica, quien se hallaba en terapia intensiva con diagnóstico de muerte cerebral secundario a hemorragia, le dio vía a dos pacientes renales al donar sus dos riñones.
Los receptores masculinos de 27 y 43 años de edad, llevaban un acumulado de nueve a once años de espera en el Registro Nacional de Trasplantes. Veronica realizó sus estudios de medicina en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Cuando muera, pueden disponer de mis órganos para prolongar la vida de otros".
Verónica Maciel Vasquez
