SAN ANTONINO CASTILLO VELASCO, Ocotlán, Oaxaca.- Cobijadas entre campos de hortalizas, árboles frutales y flores, las artesanas protegen sus saberes en el textil y dotan a cada prenda, única, de un fragmento de sus vidas, que puede ser de tres a seis meses de trabajo, lo que ellas tardan en elaborar las famosas blusas de San Antonino.
"Para mí esto es algo muy grande, preservar este arte. Mis niñas están heredando esta técnica, ellas quieren bordar, hacer blusas y así como vestidos, una de cinco y otra de ocho años, desde chiquitas quieren aprender, para que no se pierda".
SIVILINA CARAVANTES VALENCIA
Custodias de una tradición que heredaron de sus madres y abuelas, prácticamente todas las mujeres que habitan este municipio de los Valles Centrales se dedican a la elaboración de blusas, que tejen y bordan, tradición que las más jóvenes quieren continuar, como es el caso de las hijas de Sivilina Caravantes Valencia, que conforma el taller Aguja de Plata, y que pertenece a la asociación civil San Antonino Obispo.
Ella cuenta que son aproximadamente 19 familias las que trabajan en esta asociación y la conformaron para hacerle frente a una sola familia que acaparaba la producción y revendía las blusas a precios que ellas no consideraban justos. Ante tal explotación organizaron varias asociaciones, actualmente cuatro, para darle orden al trabajo de producción y posicionar mejor sus prendas.
"La conformamos porque había mucha explotación del bordado y había una familia que nos las compraron a bajo precio, pero una maestra nos ayudó a organizarnos. Ahora vendemos a un precio justo. Sobre todo porque es un trabajo muy laborioso, de mucho detalle, por ejemplo el hazme si puedes es complejo y hay muchas variantes" expone una de las representantes de las asociaciones.
"Ya se perdieron muchas cosas, porque no guardaron registro nuestros antepasados, pero nosotras vamos a tratar de que no se pierda, tenemos esa responsabilidad."
MARÍA GUADALUPE SANTIAGO SÁNCHEZ
En entrevista, las bordadoras refieren que todas son artesanas porque aunque su sustento no sea vender blusas directamente, y se dediquen a otros oficios, a todos lados llevan su aro con su costura y confeccionan sus blusas.
Julia Hernández Canseco, directora de Cultura del municipio apuntó que a pesar de que no está documentado ni hay un registro de los modelos del bordado la mayoría recuerda que sus tatarabuelas fueron las pioneras de este bordado, además de los deshilados. Como un oficio que se pasa de generación en generación, ahora las que quedan rescatan lo que han ido perdiendo a lo largo de los años.
Además han innovado en sus bordados creando piezas modernas e implementando algunas aplicaciones en camisas de hombres. "Estamos innovando, creemos que eso es bueno para atraer más turismo a nuestro municipio. Todas somos artesanas, en cualquier momento libre haciendo otras cosas le seguimos a nuestra blusas, ya somos alrededor de cien bordadoras asociadas" agregó Julia Hernández.
San Antonino conforma la Ruta mágica de las artesanías, que puede visitarte rumbo a Ocotlán. Las artesanas están congregadas en cuatro grupos: "Flores y pensamientos"; "Hazme si puedes", "Rosa de Castilla" y "Aguja de Plata".
Ante el tema de la piratería, ellas sostiene que la gran mayoría de las que se comercializan en puestos ambulantes, el centro histórico de Oaxaca son revendidas a los turistas, no son prendas finas aseguran, por lo que difícilmente tendrán la calidad de las que confeccionan en San Antonino.
La mayoría de las blusas están bordadas sobre popelina, pero también bordan sobre lino, con hilo seda y su trabajo se cotiza entre los 250 a cinco mil pesos. Sus bordados son ejercicios de memoria que ellas plasmas sobre sus lienzos que vestirán a quien valore su trabajo.
"Esto es una herencia de nuestra abuelas, que queremos rescatar para que no perdamos esto que nos da identidad. Es importante que tengamos esa conciencia de cuidar lo que sabemos."
LUZ RUIZ SANTIAGO, APRENDIÓ A BORDAR A LOS 10 AÑOS, TIENE 63
"Cada prenda tiene un toque especial, cada una es diferente. En realidad a veces quien nos valora más son los extranjeros, quienes pagan mejor y valoran más nuestro trabajo, el local siempre regatea. La gente a veces se espanta por el precio, pero no saben que cuesta mucho para hacerlas, tanto tiempo como trabajo."
Algunas artesanas trabajan con diseñadoras, de otros países, como Colombia. Saben que sus prendas han llegado hasta Japón y Arabia, y unas de ellas presumen que trabajaron unas camisas a Alejandro Fernández. La fama y boom de estas blusas merece una visita imperdible a este municipio de los Valles Centrales.
Para visitar San Antonino Castillo:
- Domingo de Ramos, exposición artesanal y gastrónoma, 20 de marzo, desde las 10:00 horas.
- Guelaguetza, los primeros dos lunes de julio, en el cerrito de "Las azucenas".
- Todos Santos: 31 de octubre; 1 y 2 de noviembre.
- Feria de la empanada, se realiza el tercer domingo de diciembre.
- El dato: Todos los domingos hay plaza, frente al parque municipal de San Antonino, donde se podrán encontrar las famosas empanadas, chocolate-atole, las hortalizas que cultivan en la comunidad, flores y las blusas típicas.
