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La danza del telar; mágica tradición de Yalálag

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

VILLA HIDALGO YALÁLAG, Oaxaca.- La preservación de los tejidos y bordados tradicionales en manos de las mujeres más jóvenes de esta comunicad zapoteca son ejemplo de su conciencia en el rescate y usanza de su indumentaria tradicional. La mayoría de las mujeres yalaltecas portan su vestido y las formas o cortes que fueron diseñados por las indígenas que vivieron en la época precortesiana en esta entidad.


En el corredor de su casa, en el barrio de San José, encontramos a Abigail Jerónimo Martínez, quien se especializa en el tejido de rebozos y blusas. Heredera de la tradición familiar, aprendió de su abuelita, a quien veía desde pequeña y fue hasta los 16 años que comenzó a trabajar.


Elaboran rebozos


A sus 33 años de edad se ha especializado en la elaboración de rebozos; mientras aprieta los hilos de su urdimbre, cuenta que lo que más le gusta de este oficio es la tranquilidad que le da realizar este laborioso proceso; representa la posibilidad de dejar de pensar en aquello que la preocupa y darse un espacio para ella misma.


"En mi familia somos varias generaciones, mi tía y mi prima elaboran rebozos y cada una sabe diferentes técnicas o estilos; a uno le llamamos calado, otro es con hoyitos, hay de diferentes. Los colores que más se venden son el tradicional blanco con azul o blanco con verde militar".


Portadora de tradiciones


Abigail es sonriente y a la vez callada, disfruta de su actividad y se sabe portadora de una tradición, que aunque a ella le representa un oficio dominado, a muchos les atrae la complejidad de este arte, al que ella le dedica sus ratos libres, ya que también cocina, echa tortillas y sale a los mandados.


Si dedica el día entero a su telar de cintura, quizá termine un rebozo en cinco días; ya que haya acabado la pieza en la urdimbre pasará a otro proceso, la punta, que es el detallado terminado que le dan las tejedoras a los rebozos; ese proceso lleva más de dos días.


Porta los tradicionales huaraches yalaltecos y con ellos danza en el telar; ella habla en zapoteco para referirse a las herramientas que utiliza, que son ancestrales y por ello ninguno tienen una traducción al español. Cada telar es diferente, ya que está elaborado de manera artesanal.


Hacen equipo en el arte de tejer


Josefina Martínez Ruiz trabaja en su tejido, en el mismo corredor, de uno de los cuatro barrios de Yalálag; ella se especializa en hacer la punta de los rebozos a los que saca infinidad de figuras. Tímida y callada, entrelaza rápidamente sus dedos para hacerle la terminación a las blusas también.


Aprendió de ver, su observación le dio la clave para poder tejer; primero comenzó con las bolsas y ahora, tras cuatro años de práctica domina el detallado de rebozos y blusas; hace equipo con Abigail, ya que en cuanto ella termina en su telar las piezas, Josefina las finaliza.


A sus 24 años se abre paso en este mundo, aunque ella es originaria de otra comunidad serrana, San Francisco Cajonos, con gran tradición textil. Ambas son parte de una generación joven interesada en aprender y preservar, forman parte del 50 por ciento de las mujeres que se dedican en Yalálag a la elaboración de ropa típica.


Atractiva tradición


1. Consta del huipil, la falda, los ceñidores, el rodete, el collar, la trenza del huipil y el coralillo o las flores de colores.


2. Los precios: los huipiles van desde los 500 a los mil pesos.


3. Las blusas oscilan entre los 450 a los 900 pesos, dependiendo del tamaño.


4. Aunque se puede ver a las abuelitas usarlos de diario, las más jóvenes se reservan a portarlo en las bodas o  cuando hay fiesta.


5. Las mayores utilizan el huipil blanco, sin bordado de colores.


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