Desde ayer, la sala Capilla de Domina del Centro Cultural Santo Domingo (CCSD) acoge la exposición de Ximena Alarcón, Fragmentos de lo que realmente somos. En esta exhibición presenta piezas de joyería, escultura, arquitectura, dibujo, gráfica, fotografía fragmentada y referencias biográficas.
La artista mexicana explora nociones de espacio, volumen y movimiento para situar en diálogo a la arquitectura, escultura, instalación y el espacio público. Curada por el maestro Eduardo Egea, la exposición presenta una selección de sus hallazgos estéticos y conceptuales realizados en los últimos años.
La obra se puede apreciar en el Centro Cultural Santo Domingo
Es el mismo Eduardo Egea quien escribe que el hilo conductor formal de la artista ha sido la geometría y su contrapunto con la joyería, escultura, arquitectura, dibujo, gráfica, fotografía fragmentada y referencias biográficas, donde lo personal se mezcla con experimentos lingüísticos y narrativos que abordan las desigualdades de género.
“En sus esculturas, Alarcón explora nociones como espacio, volumen y movimiento para situar en diálogo a la arquitectura, escultura, instalación y el espacio público. En esta exhibición podemos constatar cómo Ximena Alarcón establece una postura crítica doble: al dominar con maestría los procesos formales de la escultura geométrica y aportar novedosos descubrimientos sobre la deconstrucción del cubo”.
El hilo conductor formal de la artista ha sido la geometría
Fragmentos de lo que realmente somos se exhibe desde ayer en el Centro Cultural Santo Domingo, en la sala temporal Capilla de Domina del Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, donde se podrá visitar hasta el 2 de julio.
Conózcala
La artista mexicana exhibe su obra en la sala Dómina del CCSD
Nacida en la capital del país en 1968, Ximena Alarcón estudió diseño de modas entre 1989 y 1991, para luego cursar una maestría en el Instituto Marangoni de Milán. A su regreso a México, se torna hacia las artes plásticas como colaboradora del escultor Javier Astorga; es en este momento en que su pasión por la escultura y su potencial creativo se vuelven una evidencia.
En 1997 se muda a la ciudad de París, y descubre un nuevo vocabulario, y una manera de plasmar su búsqueda espacial a través de la joyería.
En el 2002 abre su primer taller en el tercer distrito de esta ciudad. Su colaboración durante el año 2006 con el joyero Thierry Vendôme va a reforzar su visión escultórica de la joyería, la cual sigue trabajando hasta la fecha bajo el nombre de XAC.
Sus obras sobre papel (carbón, lápiz e impresiones de fotografías y collage) abordan en forma de textos e imágenes el tema de la discriminación de género, el racismo y la opresión social.
Su trabajo de joyería ha sido expuesto en diversas exposiciones colectivas en lugares como: El Museo Mexicano de Diseño de la Ciudad de México, La Galería Aaron Faber en la ciudad de Nueva York, La Galería De Boulle en Dallas, La Galería Elsa Vannier, El Palais de Tokyo, y la Casa de México en París, Francia.
Su primera exposición individual de escultura se llevó a cabo en la Fundación Sebastián de la Ciudad de México en mayo del 2015. Su obra escultórica forma parte del acervo de la Fundación Sebastián, así como de Colecciones Particulares en México, Barcelona, París y Washington D.C.
