Atraídos por la bebida de la rosita de cacao, este domingo cientos de oaxaqueños y turistas abarrotaron las calles de San Andrés Huayapam, en la 18 Feria del Tejate. El cálculo de la Unión de Mujeres Productoras de Tejate Guie Bdie, fue de una asistencia de más de 15 mil personas a lo largo de todo el día.
El éxito de las productoras del tejate fue notorio desde el ingreso al municipio ubicado a pocos minutos de la capital.
Largas filas de vehículos se formaron en busca de ingresar a Huayapam en donde el 90 por ciento de las habitantes basa el ingreso familiar en la venta de tejate.
El tejate es una bebida de color café que se sirve con trozos de hielo dentro de una jícara tradicional obtenida del fruto de la güira. En su superficie flotan grumos de masa, la cual está hecha con distintos ingredientes entre éstos maíz, ceniza, cacao blanco, huesito de mamey, florecita de cacao y azúcar.
En todo lo alto, la jícara para dejar caer el suculento líquido. FOTO: Deimos Sánchez
Herederas del don de la elaboración del llamado elíxir de los Dioses, las mujeres de Huayapam lucieron orgullosas el trabajo frente al perol rebozado, el cual es el reflejo de la cultura y tradición de toda la localidad.
“Para nosotras representa muestras raíces y al mismo tiempo es nuestra fuente de ingresos, de esto dependen nuestras familias”, explica Patricia García Silva una de las 150 mujeres que integra la unión Guie Bdie.
Amablemente extiende la jícara polícroma hacia los visitantes. Quienes prueban por primera vez el tejate, reciben la bebida con un sorbo pequeño como si desconfiaran del sabor, pero una vez palpado por los labios, la reacción inmediata es dar un trago amplio y pedir más.
La bebida elaborada a base de cacao y maíz sorprendió por su sabor y frescura los paseantes ante el caluroso día. FOTO: Deimos Sánchez
Una buena bebida como ésta estuvo acompañada por antojitos tradicionales como las tlayudas, molotes, memelitas y empanadas.
La feria del tejate nación en 1999 a iniciativa de las mujeres tejateras. En la primera edición las mujeres obsequiaron su producto a los visitantes a la localidad. Aunque el tejate es una bebida milenaria, aquel evento sirvió para que su sabor fuera rescatado en el paladar de quienes desconocía de su existencia; punto de partida para una celebración que cada vez atrae a más personas.
Las calles de Huayapam construidas con piedras de río son un bello lugar para recorrer y admirar las casas construidas de abobe, así como su iglesia construida en el siglo 16.
