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5 razones para dejar de dividir entre perfumes de mujer y de hombre

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Foto(s): Cortesía
Abril Rosas

Cuando entramos a una tienda de fragancias, es muy común encontrar sectores divididos entre perfumes de hombre y de mujer. Es algo que sucede en muchos ámbitos de la moda, aunque empieza a haber una tendencia en contra de esto.

Lo cierto es que los argumentos para distinguir entre perfumes de mujer o de hombre cada vez parecen más débiles y las razones para suspender la distinción cobran fuerza. Pero, ¿cuáles son estas razones que van en contra de la separación?

A continuación, compartimos las cinco principales razones para dejar de distinguir entre fragancias teniendo el género como factor.

5 razones para no dividir entre perfumes de hombre y mujer 1. Comienzos

Al comienzo, no había perfumes originales de mujer ni de hombre. Tal distinción no estuvo en la creación de las primeras fragancias, y para comprobarlo podemos ir tan atrás como el viejo Egipto.

Hasta entonces, las personas usaban distintos tipos de preparados para disfrutar de fragancias sin distinción de género. Incluso luego, en 1880, cuando aparece el primer perfume moderno, este era comprado tanto por hombres como por mujeres.

2. Gustos

Luego, es inevitable pensar en una razón evidente para terminar con esta distinción: a todos les gusta todo. Más allá de ciertos mandatos sociales, lo cierto es que hay mujeres a las que les gustan los perfumes de hombre y viceversa.

Por lo tanto, resulta absurdo pensar en ir en contra de nuestros gustos por el mero hecho de seguir un mandato que tiende a distinguir algo tan universal como una fragancia.

3. Diferencia publicitaria

Dicho lo anterior y teniendo en cuenta cómo era la situación en torno a las primeras fragancias, hay que decir que la diferencia nació por motivos publicitarios. Los perfumes de mujer y los perfumes de hombre nacieron para atraer a diferentes públicos.

Aunque existían ciertas tendencias relacionadas al gusto, sucedió que a partir de 1950, con el auge de la publicidad, se definió que ciertos aromas eran masculinos y otros femeninos.

4. Fragancias Unisex

Otra razón para terminar con la distinción entre perfume de mujer y lociones para hombre es que existe lo que se conoce como fragancias unisex. Esto es parte de una tendencia surgida en los años 70, que alcanza un gran éxito en los 90 con el CK One de Calvin Klein.

Lo importante es que los ingredientes de estos supuestos perfumes unisex no tienen nada que los distinta particularmente de los usados en fragancias masculinas o femeninas.

5. Distinción sin futuro

Finalmente, la última razón para acabar con la distinción tiene que ver con que esta no tiene futuro. Así como sucede en otros ámbitos, la diferenciación de género empieza a resultar ineficaz.

En los próximos años, ya no habrá perfumes para hombre originales ni tampoco perfumes de mujer que apunten a un sector exclusivo del mercado.

 

Luego de conocer estas razones, será muy difícil sostener la distinción entre perfumes para mujer y perfumes para hombre y seremos más libres a la hora de elegir.

 

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