LECTURAS PARA LA VIDA: En el laberinto
Mónica Ortiz Sampablo / Segunda de cinco partes
Quedamos boquiabiertos al llegar a la finca; era un lugar enorme y hermoso, con áreas verdes, animales de trabajo y para el consumo, corrales con pollos, gallinas y también había caballos. La casa pertenecía a la familia de Manuela; herencia de sus abuelos. No acostumbraban hacer uso de ella, salvo en ocasiones especiales para hacer algún festejo grande, o bien, para descansar y alejarse del ruido de la ciudad.