¿Cómo estar al tanto de la trascendencia de los acontecimientos por venir y el significado del reinado más prolongado del que se tenga registro en nuestra época, un capítulo que se ha cerrado para siempre? Robert Hardman, experto en la monarquía británica, presenta en “Isabel II. Vida de una reina” (Planeta), un repaso detallado de los principales sucesos en las más de siete décadas de un reinado caracterizado por el cambio, la necesidad de modernizar una institución antiquísima y su importancia como factor de unidad nacional.
A partir de una acuciosa investigación documental, entrevistas con quienes trataron personalmente a la reina y a su familia, y recuentos periodísticos y personales, así como con fotografías hasta ahora inéditas, el resultado es un libro fundamental para los apasionados de la realeza, para quienes se interesan en la historia europea del siglo 20 y para el estudio del sitio de las mujeres en la actualidad.
Más allá de estridencias mediáticas o propósitos dramáticos, Robert Hardman realiza en “Isabel II. Vida de una reina”, el retrato minucioso y contrastado de un personaje esencial, aunque marcado por las contradicciones: no nacida para reinar y, sin embargo, comprometida a hacerlo con una voluntad admirable; símbolo de la opresión de otros tiempos, y también de progreso y de estabilidad entre las naciones a las que rigió; amada y venerada por su pueblo, y a la vez sometida a un escrutinio implacable por parte de los medios, de la clase política y de los líderes de otras naciones, a los que vio desfilar en serie mientras ella permanecía y transformaba de manera definitiva el papel que le tocó representar.
La corona del Reino Unido nunca ha dejado de ser tema de conversación alrededor del mundo, pero la sorpresa final llegó el 8 de septiembre de 2022, luego de que la Reina Isabel II aceptara la renuncia de Boris Johnson como primer ministro y reconocer a su sucesora en medio de una crisis política, se anunció el fallecimiento de la longeva monarca.
Tras un fastuoso y sentido funeral, el pasado 21 de abril fue la primera vez que se celebró su cumpleaños sin ella, y el 6 de mayo tendrá lugar la coronación de su sucesor, su primogénito, como Carlos III.
