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Lecturas para vida: Cuentos del Doctor Lector

covid
Foto(s): Cortesía
Redacción

Podemos llegar a todos sus órganos, inclusive a su piel, ojos y corazón y les damos un dolor de cabeza que es insoportable; no hay medicamento que sea efectivo, están a nuestra merced.

Por Rosa María González Ruiz

Pobres humanos que se creyeron reyes y que en verdad no pueden controlar nada que la naturaleza disponga; ¿todo es suyo? pues demuéstrenlo, cuiden su tierra, a las criaturas que habitan en ella, sus plantas y, sobre todo, su agua; el deterioro que han provocado es profundo y grave. Lo que han causado es lo que permitió nuestra llegada; algunos nos confundieron con extraterrestres, como tú y tus compañeros Romi, que tienen un cromosoma de más, trisomía 21 le llaman; sin embargo, mira que no nos hemos metido con ustedes, los tenemos a raya, aunque hubieran podido ser los primeros en sucumbir, pero se ve que los aman de verdad quienes los cuidan. Nosotros no conocemos el amor.

No somos extraterrestres, sí partículas proteicas a base de ARN (ácido ribonucleico); sabemos que sus científicos y médicos están investigando “venenos” para acabar con nosotros; también que buscan con un afán desmedido una “vacuna” para contrarrestarnos; jaja, nos reímos, les falta mucho porque ya elegimos: nos quedaremos entre ustedes, tendrán que acostumbrarse a vivir entre nosotros, aunque ni nos ven, ¡jajaja!

Entraron en batalla, fue terrible el combate; Bonito volaba y los encapsulaba con su plumaje tornasol, prácticamente los cegaba, eran frágiles a este tipo de belleza;  el gato se movía, subía y bajaba, se deslizaba suavemente por ratos, saltaba sobre ellos y los petrificaba, quedaban inmóviles ante su voluptuosidad, era impresionante; el buen Salvaje Orejón  ladraba con todas sus fuerzas, se acercaba tanto que no quedaba espacio para respirar de los bichos coronados; hasta utilizaba sus patas para aplastarlos con verdadero deleite porque sabía que al menos este día los detendría. Romi, por su parte, alertaba por los medios a su alcance, se comunicaba en video reuniones con sus comunidades amigas; todos los niños, jóvenes y adultos con trisomía 21 o Síndrome de Down sabían lo que tenían qué hacer.

Continuará el próximo lunes…

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