Rosa Angélica Raymundo Hernández
Eva encontró en aquel pequeño libro frases que atraparon su alma, que la llevaron a reconocer que gran parte de lo que es, proviene y está construido en los inicios de su vida.
“Todas las personas mayores primero fueron niños. Pero pocas lo recuerdan”, palabras que Antoine Saint Exupery le dedicó a su amigo. Esta frase la condujo a pensar en su actuar, en su forma de ser y en su carácter; a sentir un fuerte contenido de vivencias que se hallaban recónditas y apartadas. Recuerda que cuando aparecían experiencias de su niñez, simplemente las guardaba y prefería no pensar en ellas, porque a veces le dejaban una sensación extraña.
De niña era espontánea, traviesa, dinámica y muy alegre. Lo anterior contrasta con la forma de ser que tiene ahora; aunque no ha perdido la sensibilidad que la caracteriza.
Así, dejó atrás un sin número de detalles olvidados de los que está hecha y en la actualidad le resurgen. Ha observado que los humanos, por lo general absorbidos por lo nuevo, adquirimos una forma de vida dirigida al materialismo y nos dejamos manipular en el recorrido de nuestro propio camino que día a día trazamos, con superficialidades. Como cuando El Principito visitó al hombre que contaba y contaba estrellas, ocupando su tiempo sólo en sumar riqueza y a quien el Principito dice: “Si yo poseo una bufanda, puedo colocármela alrededor del cuello y llevármela a donde yo quiera. Si poseo una flor, puedo cortarla y llevármela a donde yo quiera. Pero tú no puedes tomar las estrellas y llevártelas a donde quieras”.
Eva se adentró con El Principito a un viaje sorprendente; descubrió de sí misma a través de sus propias palabras, dichos y pasajes olvidados de su historia; extrajo datos que parecían extraviados, que arman y completan aquellas lagunas que, de alguna manera, la habían hecho padecer culpabilidad, temor e inseguridad. Esto ha cambiado.
Porque la vida del alma trasciende en cada momento, escúchanos los viernes a las 12:00 horas, por www.univas.edu.mx y en www.mixlr.com/vasconcelosradio.
