José Luis Ortega González
Cada vez puedes mantenerte despierta por más tiempo. Empiezas a emitir sonidos que te permiten articular palabras entrecortadas; quienes quieren, te entienden sin mucho esfuerzo o al menos, dejan ver que te entienden y eso te hace sentir bien. Las sonrisas, el valor de las sonrisas que algunos médicos y enfermeras te dedican, perceptibles por debajo de las mascarillas y protectores oculares. Entiendes el significado de sonreír con los ojos. Reconoces a quienes te atienden por esas sonrisas y los tonos de su voz.
Ya te han informado que Marcos mejora, respira ya por sí solo con muy poco oxígeno adicional. Su médico te visitó por la mañana y te emocionó al decirte que en cuanto pases a una habitación fuera del área Covid, podrás abrazarlo piel a piel, como tu esposo Sebastián ha podido hacerlo ya. Tal vez incluso se anime a mamar de tu pecho si está listo para ello.