Rafael Alfonso
El poeta salvadoreño Roque Dalton (1935-1975), reconocido por su vitalismo y aguda sensibilidad, dejó un legado literario que sigue siendo relevante. Su obra poética, valiente y libertaria en el más amplio sentido se caracteriza también por la presencia del humor y la ironía. Ella nos invita a reflexionar sobre la sociedad y la política, con una perspectiva única y audaz.
El poeta es hijo de Winnal Dalton, un migrante norteamericano que no lo reconoció sino hasta los 16 años de edad y Mari García, enfermera que conoció al padre de Roque cuando lo atendió tras un altercado donde resultó herido de bala. Desde muy joven, en el colegio jesuita que lo formó, Roque Dalton dio muestras, tanto de su talento literario como de su fuerte carácter, viéndose envuelto en frecuentes discusiones e incluso peleas. En su discurso de graduación criticó duramente a su colegio por el trato diferenciado que daba a sus estudiantes según fueran hijos “naturales” (como era su caso), o hijos de familias ricas.
Dalton, adscrito al Partido Comunista de El Salvador (PCS), y quien también participó activamente en labores de propaganda para la revolución, aborda la realidad de su país con un pesimismo realista que descree de la patria, pero también de los revolucionarios y de la poesía misma, invitando al lector a enfrentar los desafíos cotidianos con valentía crítica y determinación. En el desarrollo de su obra, el sentido del humor y la ironía se convierten en herramientas poderosas para desentrañar las contradicciones y absurdos de la sociedad y de aquellos que, junto a él, luchan desde la izquierda ortodoxa por la transformación de la realidad salvadoreña y latinoamericana. A través de la sátira y la burla, cuestiona las estructuras de poder, pero también critica la hipocresía y la injusticia en el seno de la lucha libertaria.
Entre sus colegas, poetas y revolucionarios, Dalton destacó por su alegría y vitalismo. Quienes lo conocieron se refieren a él como poseedor de una energía contagiosa que se filtra en cada palabra de su obra poética. Cultivó la amistad de escritores y artistas de primer orden. Silvio Rodríguez compuso "El unicornio azul" a partir de unas palabras del salvadoreño; Julio Cortázar encabezó las protestas generadas por su asesinato; Daniel Viglietti y Mario Benedetti colaboraron en "Daltónica", un homenaje al poeta en que combinaron música y poesía. En ella, Benedetti dice: "Le tenías ojeriza a la pureza, porque sabías cómo éramos de impuros".
En el desenlace de la vida de Roque Dalton se encuentra una amarga ironía. Siendo sujeto de encarcelamientos, torturas, fugas y exilios por parte de los regímenes que combatía, el poeta, comprometido con la lucha revolucionaria, fue víctima de las pugnas internas entre sus propios correligionarios que le abrieron un juicio sumario acusándole de revisionista y traidor, misma que tuvo como resultado su ejecución. La paradoja de su muerte, donde aquellos a quienes dedicó su poesía terminaron siendo los causantes de su trágico fin, nos lleva a reflexionar sobre el poder destructivo de las ideologías autoritarias.
