Por Rafael Alfonso
Es una noche tranquila. De repente, en el horizonte, aparece una peculiar bola de luz que da la impresión de ejecutar maniobras propias de objetos tripulados, para después desvanecerse de forma tan misteriosa como apareció. Hemos tenido entonces la suerte de observar un objeto volador no identificado, lo que se conoce como OVNI o UFO, por sus siglas en inglés.
Es un pájaro o es un aviónUn objeto volador no identificado es un fenómeno que se explica de forma tautológica, es decir, que en el mismo nombre lleva la descripción. Pensamos primero en un objeto, una cosa perceptible a los sentidos que es observado en los cielos, ya sea suspendido, flotando o desplazándose, pero que uno, a ciencia cierta, no atina a identificar si se trata de un pájaro, un avión o Supermán. Habrá quien diga simplemente: “yo no creo en los OVNIS”; pero desde que el hombre es hombre han surcado el cielo varios objetos, aunque se explicaban de manera distinta a como hoy lo hacemos. Pensemos solamente que un meteorito, un globo, un avión o un paracaídas han sido objetos desconocidos para quienes los vieron por primera vez y no tenían noticia de su existencia.
Aunque usted no lo crea, el fenómeno OVNI tiene una historia con fechas, nombres y apellidos. Fue después de la Segunda Guerra Mundial que el cielo se pobló de OVNIS. El piloto Kenneth Arnold describió el avistamiento de unas esferas sobre el Monte Reiner en Seattle, mientras volaba su aeronave privada, reportando su experiencia a unos periodistas que se dieron a investigar si alguien más —sobre todo pilotos y marinos— habría tenido experiencias similares. Fue así que varios pilotos y militares hicieron diferentes descripciones de avistamientos desde sus aeronaves y desde tierra.
Los testimonios de tales hechos no describen los objetos a detalle, sino como bolas o luces y por supuesto, de ninguna manera hablan de haber visto algo al interior de los mismos, pero el vulgo no tiene restricciones y pronto comenzó a adjudicar a tales objetos un origen extraterrestre, generando toda una imaginería que, para muchos, constituye una verdad. No faltaron quienes afirmaron haber sido “contactados” o incluso “abducidos” por las civilizaciones alienígenas y llevados a conocer el interior de las naves y a sus tripulantes.
Por supuesto, estos tópicos pasaron a la cultura popular donde han sido explotados por todas sus manifestaciones como la literatura y el cine; este último ha amasado fortunas desarrollando historias con extraterrestres de toda calaña. Por otro lado, ha habido también personajes que, a diferencia de quienes crean ficciones con los platillos voladores, afirman como verdad el fenómeno extraterrestre para obtener con ello algún tipo de beneficio: Jaime Maussan y la señora que habla “alienígena” son solo un par de ejemplos.
Muchos seres humanos han sido fascinados por la intensa creencia de algunos. La masa, recordemos, tiende a buscar y a encontrar puntos de identificación con sus semejantes construyendo creencias, sobre todo cuando estas satisfacen alguna parte de la instancia psíquica llamada Yo, y facilita la explicación acrítica de muchos fenómenos, desde la edificación de las pirámides hasta la alta política internacional.
Escúchanos este viernes en “La hora del deseo” por Radio Univas. Emociones Sonoras. Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
