Por Alejandro José Ortiz Sampablo
… el presente historial clínico presupone el conocimiento de la interpretación de los sueños; su lectura resultará insatisfactoria en alto grado para quienes no cumplan con ese presupuesto. En vez del esclarecimiento buscado, no hallarán sino motivos de extrañeza...
Fragmento de análisis de un caso de histeria (1905)
Sigmund Freud
Hace unos días, en una charla con mi colega Fausta, me preguntó por un practicante del Psicoanálisis, con quien nos habíamos reunido un par de años atrás. Y decidí revivir una nota que escribí en aquella ocasión.
En aquella reunión, esa persona sostenía que Sigmund Freud había sido superado por otros psicoanalistas, en específico uno, Jacques Lacan.
-¿Como en qué?- le pregunté.
-Freud no curó a ninguno de sus pacientes- respondió.
Le comenté que su aseveración no sólo carecía de sustento lógico, pues lo primero que dejaba entrever era su "omnipotencia de pensamiento", pues lo decía con tal convicción como si hubiese estado presente en la experiencia clínica de Freud.
Grave errorAl cuestionarle lo anterior, respondió con una pregunta:
-¿A poco Freud curó a Dora?
Tal respuesta me permitió corroborar un supuesto que he tenido sobre aquellos que, al igual de él, declaran expresiones similares, en la convicción de que su premisa tiene el estatuto de verdad. Le dije que había otro error, el cual se encontraba en su lectura.
En la bibliografía científica reunida en la Edición de Amorrortu Editores se encuentran los cinco casos más conocidos del creador de la teoría psicoanalítica. Por regla general, Sigmund Freud se caracterizaba por su prudencia y meticulosidad, cualidades indispensables para quien se dedique al ámbito científico. Algunos que se dedican a la práctica psicoanalítica, hacen bien en nombrarse practicantes de él y no psicoanalistas.
El Psicoanálisis tiene dos vertientes: la científica y la terapéutica, las cuales por sus cualidades particulares no es recomendable ejecutarlas simultáneamente, ya que el psicoanalista debe estar libre de expectativas al momento de atender pacientes. Cuando recibimos a un nuevo paciente, no pretendemos corroborar con él nuestros supuestos teóricos, pues cada uno de ellos nos representa una vida psíquica más a investigar y un conflicto psíquico que explicar y resolver. Nos comportamos al igual de Freud: evitamos aplicar un saber como verdad.
Dado que en la réplica "¿A poco Freud curó a Dora?", este practicante alude al historial clínico escrito en 1901, publicado cuatro años después bajo el título "Fragmento de análisis de un caso de histeria", demostraré su error en la lectura. En las palabras preliminares, Freud expone las dificultades que implica la publicación de sus historiales clínicos y explica en detalle cómo las venció, pues ellas no sólo fueron de orden técnico, en parte se debieron a las circunstancias del paciente y a la época.
Este caso, además de lo que aporta en lo referente a la dinámica del aparato anímico, Freud lo toma para mostrar “cómo la interpretación de los sueños se entreteje en el historial de un tratamiento y cómo con su ayuda pueden llenarse las amnesias y esclarecerse los síntomas”. Nos muestra generosamente el método de investigación psicoanalítica aplicado en un caso de histeria, lo que logra con él y el tiempo que duró el tratamiento (poco menos de tres meses).
Continuará el próximo lunes…
Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
