Por Isela Sedano
La jerarquía angélica de los arcángeles, seres espirituales de esplendor singular, con las alas enormes que indican la velocidad de su traslado para cumplir las órdenes celestiales, también con esto nos refieren el don de la ubicuidad, pues los ángeles pueden tener su conciencia en todo el espacio que cubra su aura. Cuando es mayor su evolución, más espacio abarca su aura; por lo general se les representa con traje de guerrero, sandalias y yelmo dorado; el color de su manto indica la función que deben desarrollar: rojo: entusiasmo, premura; azul: espiritual, mensajes de la Virgen; verde: curación, tranquilidad; dorado: comunicación divina; blanco: purificación, limpieza.
Si el arcángel lleva una espada en la diestra, es símbolo de protección y defensa. El estandarte con la cruz es identificación con el poder supremo, significa que defiende la fe en Cristo.
Ellos transmiten los decretos divinos, son intermediarios entre Dios y los hombres, los que vigilan que el culto de Dios esté de acuerdo con la edad evolutiva y que no interfieran las fuerzas del mal; generalmente el ser humano no puede captar la vibración entre las diversas jerarquías angélicas, porque llaman arcángel a los ángeles de grado superior; el prefijo y sufijo “Arch” deriva del griego que quiere decir principal y de Ángelo que es mensajero y mediador; así como las palabras arcángel señala a todas las jerarquías arriba del ángel.
Pseudo Dionisio los define así : “Los santos arcángeles tienen el mismo orden que los principados celestes y con los ángeles forman una sola jerarquía y orden. No obstante, como en cada jerarquía, hay tres poderes: primero, medio y último. El Santo Orden de los Arcángeles tiene algo de los otros dos por encontrarse entre los extremos; se comunica con los santísimos principados y con los santos ángeles, su relación con los primeros se funda en el hecho de que, como los principados, se orienta hacia el principio supraesencial y comunica la unión a los ángeles gracias a los invisibles poderes de ordenar y disponer lo que ha recibido del principio mismo.
El orden de los arcángeles se relaciona con los ángeles para servir de intermediarios, para comunicar a estos las iluminaciones que reciben a Dios por medio de las primeras jerarquías; los arcángeles se lo comunican a los ángeles y por medio de estos a nosotros en cuanto somos capaces de ser santamente iluminados.
Los arcángeles, según Pseudo Dionisio, aparecen en el octavo rango de la jerarquía angélica; el arcángel Miguel es el príncipe de todas las huestes celestiales, el jefe supremo del ejército celestial, el más parecido a Dios, el ángel Supremo; esto explica por qué aparece integrado en los coros de la primera y segunda triada; solo el nombre de Miguel aparece en la Biblia con el título de Arcángel, pero la tradición cristiana le dio esta misma dignidad a Gabriel y posteriormente a Rafael.
