Rafael Alfonso
La llegada de la inteligencia artificial (IA) a la sociedad ha tenido un impacto profundo en todos los ámbitos de la vida y el arte no podía verse ajeno a ello. Las herramientas basadas en IA están transformando la forma en que los artistas, incluyendo a los escritores, crean, producen y distribuyen sus obras, dando incluso lugar a nuevas formas de expresión que antes no habían sido posibles.
Nada es lo que parece
Pero antes de hablar de la IA en el arte, es necesario reflexionar sobre el impacto que esta misma tecnología ha tenido en el campo de la información. Hace un par de días tuve oportunidad de ver el pequeño video de un bosque de bambú.
Los cientos de tallos de este arbusto crecían por encima de los tres metros y se movían con la cadencia aleatoria propia del viento de otoño, otorgando a cada hoja de ese bosque un movimiento peculiar y produciendo sombras igualmente singulares, todo aquello bajo un sol que le bañaba por lo alto. A mis ojos, esta sencilla estampa adquirió tintes de prodigio cuando leí al cierre del video la leyenda: “Creado totalmente con Inteligencia Artificial”.
La IA es capaz de generar textos, imágenes y vídeos que pueden pasar convincentemente como auténticos productos de un ser humano, lo que ha dado lugar a un reto que con anterioridad han planteado, con sus particularidades, la fotografía, los medios masivos y el photoshop: la dificultad de distinguir entre lo real y lo falso.
El reto venidero es especialmente grave en el ámbito de la información. Los medios de comunicació tradicionales, como la prensa y la televisión, han perdido el monopolio que les era propio y ahora cualquiera puede crear y difundir información a través de las plataformas digitales.
Quizá el día de hoy sea suficiente con un poco de atención para distinguir una “fotografía” generada digitalmente, un deepfake, o una burda sincronización de labios que pone en boca de personajes públicos discursos igualmente falsos, pero en el futuro próximo las cosas no serán tan fáciles. Personas sin escrúpulos están bien dispuestas a utilizar esta tecnología para difamar, extorsionar, manipular la opinión pública o incluso para crear propaganda.
Creación y Automatización
El impacto de la IA en el arte se puede dividir en dos grandes categorías, cuando ésta es esencial para la creación, por ejemplo, cuando es la Inteligencia Artificial la que genera obras virtuales, crea piezas musicales o escribe los poemas que el artista en cuestión después firmará. La siguiente categoría se refiere a la automatización de las tareas artísticas como son: la corrección del color en un video, la posibilidad de escuchar una canción con una determinada voz virtual o la previsualización de un mismo diseño bajo diferentes parámetros. Esto puede liberar a los artistas de tareas engorrosas para que se concentren en la creatividad y la experimentación.
La IA, aún siendo un tema tan reciente, ha revolucionado el mundo entero incluyendo al Arte. A pesar de que hace un par de años la mayoría de los seres humanos veíamos lejana la presencia de la Inteligencia Artificial en nuestra vida cotidiana, los artistas encuentran en ella nuevas herramientas y posibilidades para su expresión. ¿Qué postura tomar ante la IA y qué implicaciones tendrá su uso en nuestras futuras creaciones? Existen muchas respuestas ante esta interrogante y el debate apenas comienza.
La IA es capaz de generar textos, imágenes y vídeos que pueden pasar convincentemente como auténticos productos de un ser humano.
