Alejandro José Ortiz Sampablo
En mi vida, que no pasa del medio siglo, he tenido la oportunidad de volver a nacer -como se dice popularmente- poco más de dos veces. Las que recuerdo con claridad: una en la niñez, otra en mi adolescencia y una más en mi juventud; pero de no ser por esta nota, en este momento no las evocaría. Por otro lado, la vida me brindó la posibilidad de encontrarme con Sigmund Freud a través de sus escritos teóricos, esto hace 27 años, una tarde del mes de agosto.
Reiniciar
Aquella tarde carecía de toda idea de lo que estaría por suceder: mi vida dejaría de ser lo que pensaba, pues se abrió un portal, que hoy lo conozco con el nombre de vida anímica. Es cierto que la palabra “alma” era de mi conocimiento, pero no llegaba a dimensionar todo lo que ella implicaba, más aún, en mi propia existencia. Cada día que transcurrió a partir de entonces, fue un constante torbellino, hubo situaciones en las cuales di saltos al vacío, algunos pudieron evitarse, otros más me llevaron a reiniciar. En estos “reinicios”, si bien no pueden considerarse como un “volver a nacer” puesto que no hubo peligro de muerte, sí dejaba de ser un poco menos Yo.
He mencionado, en notas anteriores, que me considero una persona afortunada. Tengo una familia y un hijo maravilloso de quienes puedo disfrutar y con quienes puedo compartir mis alegrías y mis penas; en estas últimas no dejan de brindarme sus brazos para sostenerme. De la misma manera, cuento con una novia que pone a prueba todo aquello que menciono en los programas de radio, y en estas notas, sobre la sexualidad masculina. El Alejandro que en este día escribe no es el mismo que el de algunos años atrás; posiblemente persiste en su tozudez, pero es menos canalla y tiene menos fantasmas. Esto es posible porque me dedico a aquello que es una práctica clínica, una terapéutica y un método de investigación: al Psicoanálisis. La existencia de este campo del saber solo fue posible porque un 6 de mayo de 1856, el mundo vio nacer a su creador, Sigmund Freud.
El sentir y el análisis
Para muchos, es el festejo de una de las mentes más brillantes que la República de Austria brindó al campo de la ciencia; para algunos otros, este día será la oportunidad para desacreditar sus teorías, a partir de supuestos nacidos más del sentir que de un análisis profundo; esto, debido a que, de una u otra manera, no soportan lo que el Psicoanálisis les devela de ellos mismos.
Para mí es el festejo de un hombre a quien, a pesar de no haberlo conocido en persona, he amado profundamente, pues me brindó la posibilidad de darle un giro a mi vida, y aunque en los momentos de vuelta de tuerca se deshizo mi mundo, no sólo el interno, hoy puedo decir, que soy un hombre feliz. Por eso festejo a Sigmund Freud, no solo desde el sentir, sino desde el trabajo permanente para que en mi estado, Oaxaca, esté presente la cultura y creación freudiana, el Psicoanálisis.
¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!
