Pasar al contenido principal
x

CONSULTORIO DEL ALMA: CUENTA CONMIGO; Psicoanálisis, política y ciudadanía

politica-ciudadania
Foto(s): Cortesía
Redacción

Rafael Alfonso

 

El amable desconocido

 

Como seres humanos, tarde que temprano nos enfrentamos a una disyuntiva: la necesidad de realizar tareas cotidianas y el deseo de evitarlas para obtener placer inmediato. 

En días pasados, nuestra ciudad fue objeto de una serie de bloqueos con los consiguientes cortes a la circulación de vehículos. No repararé en los motivos que tendrían los manifestantes para realizar tales acciones, sólo diré que, con la prisa por asistir al compromiso que se desprende de nuestro proyecto "Infancia es destino" —que brinda atención psicoanalítica a niños de edad escolar de forma gratuita—, esperaba el autobús en una vía alterna para sortear los puntos bloqueados. Eran cerca de las 10 de la mañana. Entonces, sin que yo le pidiera información, se acercó a mí una persona para decirme que sus “compas” le habían informado por teléfono que estaba “todo bloqueado”, que no había forma de pasar, y me dijo algo más:

—Yo iba a ir a hacer un trabajo, pero así como están las cosas, pues no se puede. Ya avisé que no voy a llegar.

Por la forma de hablar y caminar, era evidente que el hombre se encontraba en estado de ebriedad. Llamó mi atención el hecho de que, puesto que no iría a trabajar, decidió ocupar su tiempo y sus recursos en consumir alcohol.

Soy espejo y me reflejo 

Esta breve interacción con el amable desconocido, me recordó que hace algún tiempo, me hubiera bastado enterarme de estos acontecimientos para, al igual que él, asumir la imposibilidad de llegar a mi destino y cancelar, sin más, mi asistencia, porque el mundo exterior brinda suficientes elementos a la instancia psíquica llamada Yo cuando se trata de cumplir sus deseos. 

Dejemos fuera de la ecuación el asunto del alcohol, con el que llevo una relación discreta, pero pongamos que, no me es ajena la experiencia de ocupar el tiempo de una actividad cancelada para abocarme a mis asuntos particulares o para satisfacer mi propio placer, una sensación similar a lo que sentíamos cuando niños, al enterarnos de que no tendríamos clases. 

Por supuesto —dado que escribo esta nota, azuzado por mi compromiso—, lo mismo que cientos o miles de personas, busqué la forma de evitar los bloqueos y trasladarme a donde debería estar, en este caso a la escuela donde me esperaban los niños que debía atender. A pesar de reconocer en mí la tendencia o disposición a evadir las tareas y procrastinar, en esta ocasión ni por un momento pensé en hacerlo. No puedo cantar victoria y decir que sea una batalla ganada definitivamente, puesto que por mi experiencia analítica sé que dicha tendencia me habita, y me atraviesa. Afortunadamente, por dicha experiencia también sé que podemos crear otra disposición psíquica que se le contraponga.

Puedo reconocer que entre el amable desconocido que me abordó y yo, no hay mucha distancia. La diferencia entre nosotros quizá se encuentre en que, a través de los distintos trabajos dentro del Instituto de Estudios e Investigación Psicoanalítica, mi propio análisis personal y ahora también mi práctica clínica, tengo la posibilidad de advertir incongruencias entre el pensamiento y la acción, que nos acontecen cotidianamente, así como la naturaleza de lo que llamamos el síntoma que nos habita. Al paso del tiempo, no puedo obviar las graves consecuencias que, en mi vida, tuvo y ha tenido el abandonar los compromisos adquiridos.

¿Quieres saber más? Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

Síguenos en Facebook: Instituto de Estudios e Investigación Psicoanalítica A.C.-INEIP o llámanos al 951 244 70 06 / 951 132 85 34.

[email protected] 

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.