El juego juega, valga la redundancia, un papel trascendental en el desarrollo y aprendizaje del ser humano. Y lo hace de una forma tanto cognitiva como social. Pero es que sus implicaciones van aún más allá. Logrando erigirse, precisamente por servir como herramienta interactiva y de creación de lazos afectivos/efectivos, como un elemento clave dentro de nuestra especie a múltiples niveles. Incluidos los que atienden a términos eminentemente históricos. Y dentro de todos ellos existen unos con especial relevancia, los juegos de azar. En las siguientes líneas lanzamos los dados para tratar de explicaros su significado y los verdaderos orígenes de uno de los ejemplos más ilustres y representativos dentro de cualquier casino: la ruleta.
De nada serviría abordar un artículo periodístico, al menos uno con cierto grado de rigor informativo, sin comenzar dando forma a una cuestión tan básica como el significado del término juego de azar. Etimológicamente hablando, el origen de la palabra azar procede del árabe hispanizado "azzahr". Y hace referencia a una flor que habitualmente se dibujaba en una taba utilizada en la antigüedad para jugar a una suerte de ascendiente de los dados. Cómo os podéis imaginar, el azar aplicado al juego nos deja, nunca mejor dicho, sobre el tablero jugable un tipo de mecánica ociosa que no se rige en exclusividad por la pericia o destreza de quien la practica. Incluyendo, por el camino, un segundo componente, la suerte o azar.
Atendiendo a las investigaciones llevadas a cabo por múltiples historiadores, se estima que los primeros juegos de azar aparecieron en Asiria y Sumeria sobre el 2600 a. C. Y, como hemos comentado unas líneas más arriba, lo hicieron con una suerte de juego de dados elaborado a partir de los huesos del talón de determinados animales. Algo que en la actual era digital parecería impensable, pero que dice mucho de nosotros como especie evolutiva.
¿Qué es la ruleta?
La ruleta es el tipo de juego de azar por excelencia de la mayoría de casinos o salones de juego. ¿Su funcionamiento? Pues resulta realmente sencillo. Los jugadores apuestan por el número o color en el que va a caer una bola que gira dentro de una rueda giratoria con propiedades casi hipnóticas. Efectivamente, nos encontramos ante una mecánica que incorpora tanto un componente de juego como otro de azar o simple suerte.
Por otro lado, y como ocurre con todos los juegos más exitosos, se trata de una mecánica tan sencilla como realmente adictiva. Y esta es precisamente una de las bases de su éxito a lo largo del tiempo. No en vano, la atracción sobre esa bola dando vueltas en un recipiente que parece no moverse y, lo que es más importante, la imposibilidad de conocer el resultado final son dos aspectos que hacen de este juego una verdadera delicia para los amantes de las "emociones" fuertes.
Su verdadero origen
Hablar de la ruleta es hacerlo de uno de los juegos de azar con mayor recorrido y trascendencia. No obstante, ¿conoces sus orígenes? Si atendemos a la mayoría de teorías, la ruleta se remonta al siglo XVII. Otorgándole el rango de inventor o padre al filósofo y físico Blaise Pascal. Y no vamos a negar que Pascal dio forma a un tratado sobre la "roulette", pero realmente lo que dicho personaje pretendía dista mucho del resultado final. Otras líneas de investigación apuntan a la empresaria parisina Françoise Blanc (mediados de 1800). Figura que añadió al juego el 0. Incorporándola, por el camino, a su propio casino.
No obstante, y nos gustaría incidir en ello, lo que mucha gente no sabe es que los orígenes de tan popular juego de azar se remontan mucho tiempo atrás. Y es que, a pesar de que su nombre procede del vocablo francés roulette (rueda pequeña), sus orígenes se remontan a la Edad Media. Destacando la figura de la Rueda de la Fortuna grecorromana como elemento precursor. Siendo, está última, considerada como una de las primeras formas de entretenimiento de la Antigua Roma.
A estas alturas del artículo, y hacia ello pretendemos que apunte este texto, debe quedar meridianamente claro que el nacimiento de la ruleta no puede atribuirse a una sola persona o época. No en vano, hablamos de un juego de azar que debe su actual formato a la influencia, y evolución, de diferentes personas, épocas y sociedades. Destacando el mayor peso, al menos en lo que a trascendencia se refiere, de la Europa de los siglos XVI, XVIII y XVIII.
Es decir, tanto la girella, el lote real o la oca italianas como la boule francesa o el roly poly británico incorporan, en mayor o menor medida, elementos en el actual formato de la ruleta presente en los casinos de medio mundo. Como suele decirse en estos casos, simplificar casi nunca es bueno. A no ser que estemos jugando. Y es que puede que la historia del juego sea cosa del azar. No obstante, su estudio y análisis si que se encuentra plagado de fascinantes certezas.
