Potenciar sabores y texturas son los objetivos de usar cannabis en los alimentos, explica la chef Anel Hernández. Ella decidió organizar sesiones temáticas y sensoriales para quitarle estereotipos negativos a su uso recreativo, e inducir experiencias sin que ninguno de los asistentes padezca un "mal viaje".
Conocida popularmente como "pálida", en esta reacción es común que haya una baja presión arterial, y sucede cuando se consumen altos niveles de tetrahidrocannabinol (THC).
Galletas, brownies o gomitas suelen ser los más populares para quien busca los efectos psicoactivos, pero, además de tener un sabor amargo, es dudosa la dosis que contienen, explica la experta en Gastronomía.
"Durante la pandemia, me dediqué a estudiar las dosis, el tratamiento con cada cepa, los efectos y síntomas antes y después de consumirla y sobre todo, cómo hacerlo'', cuenta la egresada de la Universidad Autónoma de Hidalgo.
De ello nació Food Sesh, un pop up store enfocado en la planeación de banquetes temáticos de comida cannábica; han organizado 25 experiencias con siete tiempos, complementadas con la visita de artistas visuales o musicales y marcas.
La dosis es planeada según la ingesta o inexperiencia de los asistentes; desde 20 gramos para un novato.
"El concepto nace con la intención de jugar a través del arte con la comida y utilizando microdosis de THC para conectar con tu entorno, el arte y las personas que te rodean", señala.
"Nuestras experiencias son controladas; por ejemplo, una fue al lado de una psicóloga culinaria, quien nos ayudó a convertir los sentimientos en ingredientes", platica.
Estas sesiones suelen durar tres horas y media, con seguimiento cronometrado, pues entre el minuto 35 y 45, explica la chef, hace efecto el THC. Así, la luz, música, texturas, sabores o dinámicas cambian según las reacciones.
¿Sabías que..?
La extracción de este cannabinoide se realiza a través un proceso llamado "descarboxilación", en el que a través de una fuente de calor, el THCA (ácido tetrahidrocannabinólico) se convierte en el THC.
Mantequilla, o aceites de origen vegetal o animal suelen utilizarse para estos fines y también puede hacerse con destilados (el alcohol se sustituye por THC) y fermentados (con menor grado de alcohol).
Más opciones
+ Los Alexis. Tiene un taco con Pork belly preparado con mantequilla cannábica, y acompañado de salsa borracha, hecha a base de chile pasilla, miel de piloncillo y cerveza, coronado con cebolla encurtida morada y cilantro criollo.
+ Yeccan. Por el Día Internacional del Cannabis nació la cerveza estilo Porter "Toloachi" con terpenos, compuestos que liberan la fragancia que distingue a la bebida.
Tesoro nutrimental
La semilla de cáñamo, con un sabor característico a nuez, se podría comer entera, pelada o procesada en forma de aceite o polvo. De hecho, entre los principales usos, está en harina y concentrado de proteína; por ejemplo, para preparar pan.
Además, se ha incorporado a pasteles, galletas, leches vegetales, helados, entre otras cosas.
Sus cualidades
Aunque la concentración química varía conforme los factores ambientales, la cualidad de la tierra donde se siembre o la genética de la especie, en términos generales, esta planta tiene:
+ Como oleaginosa (vegetal de cuya semilla se extrae aceite), entre un 25 y 35 por ciento de lípidos y ácidos grasos.
+ Posee 20 y 25 por ciento de proteínas de alto valor biológico, fáciles de digerir y ricas en aminoácidos esenciales.
+ 20 y 30 por ciento de hidratos de carbono compuestos por fibra dietética insoluble.
+ Es rico en minerales, vitamina E y ácido fenólico, poderosos compuestos que actúan como antioxidantes.
Fuentes: Universidad de Tuscia, Italia. 2020 / Universidad de Agricultura de Cracovia, Polonia. 2017 / Fundación CANNA
