Alejandro José Ortiz Sampablo / Última de tres partes
¿Qué es aquello, de tal poder, que inhibe el deseo sexual? Anteriormente mencioné que sería mejor hablar de impotencia psíquica y no sexual, tal como nombra Freud al mal que eventualmente lleva a algunas personas a solicitar atención psicoanalítica. En el caso que nos ocupa, sirva de ejemplo para dicho distingo, un sistema de suministro hidráulico habitacional.
La bomba no enciende
Imaginemos los elementos que componen nuestro sistema; estos van desde el almacenamiento del agua (cisterna), los tinacos de distribución colocados en la azotea; la red de tuberías que suministra a los tinacos y la que distribuye el agua a las respectivas áreas de la casa, con sus llaves de paso y grifos; incluyendo, por supuesto, el dispositivo que transforma la energía mecánica en una energía de un fluido incompresible que ella misma consigue desplazar dentro del sistema y que lleva el agua a todos los puntos de la red, popularmente conocido como la bomba de agua, la cual es accionada a su vez por un sistema de interruptores eléctricos automatizados.
Una mañana deseamos bañarnos y no sale agua del grifo de la regadera; suponemos que no hay agua en los tinacos. Para ese momento no es sencillo saber el motivo; revisamos la cisterna y tiene la suficiente agua, entonces el mal se encuentra en la bomba de agua, en el sistema automatizado o en el circuito de suministro de energía eléctrica. Llamamos al técnico, quien revisa nuestra bomba y resulta que no tiene problema alguno; entonces, la falla se encuentra en el suministro de energía eléctrica o en nuestro sistema automático.
El fallo
Que no salga agua del grifo podemos usarlo como analogía a la impotencia sexual, donde hemos descartado las causas mecánicas: hay agua en la cisterna y la bomba funciona, solo que a esta no le llega la energía eléctrica; a nuestro técnico le quedará resolver, si es a causa de los flotadores, del interruptor general o por una desconexión en el cableado. Y del mal que resulte, la causa es específica. En el caso de la impotencia psíquica, es en el sistema de interconexiones de representaciones mnémicas donde se interrumpe el cauce de energía o libido. Esta interrupción puede ser causada por lo que Sigmund Freud llamó "los diques que contienen a la pulsión", concepto imprescindible para comprender los fenómenos psicológicos. Estos diques son el asco, la vergüenza, la moral y la estética.
Podemos suponer, que cuando el resultado de la impotencia psíquica es la falta de deseo o de erección en el miembro sexual —descartando las causas fisiológicas— es que uno de los diques ha tomado particular fuerza en algún lugar de las interconexiones entre las representaciones mnémicas. Este rompimiento en las interconexiones y los diques mencionados, en ocasiones se manifiesta en el orden de lo absurdo, más no sin sentido. En una nota más adelante desarrollaré un ejemplo de esto.
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