Rafael Alfonso
Desde el momento en que un individuo experimenta su primera sensación, comienza a recibir una serie de estímulos constantes provenientes tanto del mundo exterior como del propio interior.
Como todo organismo, el ser humano, en principio, buscaría huir de estos estímulos a través del impulso de motilidad, aunque esta resulte inútil para mitigar los estímulos internos.
Sin embargo, a lo largo de la vida, el ser humano se esforzará por hacer frente a estos estímulos y reducirlos a su mínima expresión, se concluye así que la única forma de terminar los efectos de todo estímulo en un organismo es la muerte. Esto condujo a Freud a la conceptualización de la "pulsión de muerte", un componente fundamental de su teoría psicoanalítica.
La muerte negativa, vergonzosa y censurada
En la sociedad actual, la muerte se ha vuelto un tema negativo y tabú. La cultura occidental tiende a ocultar la muerte, a menudo considerándola vergonzosa o incómoda de discutir. Esta negación de la muerte a menudo conduce a una falta de preparación para afrontarla cuando llega.
Es por eso que la fiesta de Día de Muertos que se realiza en México, donde la muerte escapa a la censura, tiene un impacto tan grande en la cultura popular donde, aunque de forma idealizada, se nos acerca a la realidad de la finitud humana.
Los avances de la medicina y su influencia en la percepción de la muerte
Los avances en la medicina han aumentado la esperanza de vida y han transformado la forma en que experimentamos la muerte. Antes, se trataba de un evento natural y esperado, uno se moría “como Dios manda”, en la intimidad del hogar rodeado de familiares.
Hoy en día, el afán de prolongar la vida a toda costa, a menudo da lugar a una muerte medicada y prolongada en camas de hospital, que a menudo se experimenta de manera solitaria y deshumanizada. En los entornos médicos, los pacientes pueden sentirse aislados en sus momentos finales, rodeados de máquinas y personal médico que por salud mental se desconectan emocionalmente del sufrimiento del paciente.
Confrontando la finitud para una existencia plena
La mayoría de las personas prefieren la idea de una muerte súbita y sin sufrimiento en lugar de una larga agonía. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de las muertes son precedidas por el deterioro de la salud. Esta disonancia entre nuestras preferencias y la realidad nos lleva a confrontar nuestras propias fantasías sobre la muerte, pero también puede ser una oportunidad para reflexionar sobre la vida y darle un mayor sentido.
Imaginar nuestra propia muerte puede ser una fuente de ansiedad. Es a través de la comprensión de la pulsión de muerte y la reflexión sobre cómo esta influye en nuestra vida diaria, que podemos abrazar una existencia más consciente y plena. La muerte es parte integral de la vida, y reconocerla no sólo como un evento inevitable, sino como un recordatorio constante de la importancia de nuestra existencia, nos da la oportunidad de vivir con un mayor propósito y significado. La muerte, en última instancia, nos recuerda que nuestra vida es frágil y que debemos abrazarla con gratitud y cuidado.
¿Quieres saber más? Escúchanos este viernes a las 12:00 del día en "La hora del deseo", por Radio UNIVAS. Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 285 3921.
