Pasar al contenido principal
x

Consultorio del alma: Cuenta conmigo | Consideraciones a un tipo de pacientes psicoanalíticos

consultorio
Foto(s): Cortesía
Redacción

Daniela Clarisa Concha León 

Dentro de la clínica psicoanalítica, no es de extrañar que nos encontremos con un sin fin de situaciones que vuelven el proceso terapéutico un campo complicado para el paciente. Sobre todo si este llega sin haber hecho la demanda del tratamiento. Ejemplo de esto último, son las niñas, niños y adolescentes que llegan al consultorio, porque su comportamiento da problemas en la escuela y a sus padres.

Requerimientos para el tratamiento

Esta situación, eventualmente, causa en estos pacientes un sentimiento de rechazo al tratamiento. Encontrar a alguien que los escuche sin moralizar su conducta y que los lleve a encontrar el sentido oculto de su comportamiento, hace que estos pacientes adquieran otra perspectiva de la persona del analista y al tratamiento. Sin embargo la respuesta es variada, no podríamos hablar de un estándar. En algunos casos esto último requiere de tiempo y paciencia de parte de los padres y del terapeuta. Es importante destacar la disposición amorosa que requerimos de parte de los padres, pues necesitaremos de su docilidad, paciencia y confianza, las cuales no siempre obtenemos. 

Por poner un ejemplo, describiré un caso ficticio:

En ciertos casos nos encontramos con resistencias que le impiden al joven paciente hablar. María observó que su hija, Sandra, de diez años cambió de actitud de un momento a otro y no comprende cuál fue el motivo, en la entrevista tampoco pudo hablar de la situación, pues algo que se recrimina es el no convivir lo suficiente con su hija, lo cual cree que influye en lo que a esta le sucede, quien de ser una niña extrovertida pasó a retraerse y mostrarse agresiva con ella.

La niña al llegar a consulta no deseaba hablar, argumentó que ella tenía con quien hacerlo, la lista de apoyo era larga: amigas, hermanas, primas y ocasionalmente una tía que era muy divertida. Reparando en eso, Sandra decidió no profundizar en su vida privada, en ocasiones, al subir al consultorio, se sentaba en las escaleras a pensar “¿cómo le haré para zafarme de la terapia?”.

Sin embargo, sucedió algo inesperado en la vida de Sandra, su madre tuvo que mudarse de casa, y por consiguiente cambiar de escuela a sus hijas. Lo anterior provocó en la paciente un sentimiento que no podía describir, además de ver rota la relación con sus amigas. Sus hermanas estaban en su propio proceso de adaptación y su tía ya no estaba. Fue en ese momento cuando Sandra vio en el tratamiento la oportunidad de expresar aquello que le acontecía, y también lo que pensaba y sentía; pensamientos sobre la dinámica familiar que le provocaban sentimientos negativos, y que la avergonzaban. En ese momento, inició el tratamiento propiamente dicho.

En ocasiones son los hijos quienes toman conciencia de que necesitan a alguien que los escuche de manera profesional, en otros, como le aconteció a Sandra, que a pesar de intuir que algo le sucedía se resistió al tratamiento. Su madre fue quien de inicio le dió importancia al cambio de comportamiento y buscó ayuda, a pesar de la renuencia de su hija.

Padres de familia, procuren ser sensibles al comportamiento de sus hijos, esto siempre será de gran apoyo para ellos. 

¡Solicita una asesoría psicoanalítica con nosotros! Pide informes a los teléfonos 951 244 7006/951 132 8534 y ¡Hazte escuchar por un psicoanalista del INEIP A.C.!

[email protected]

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.