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Andador de Letras: No carta para Elena

andador-letras1
Foto(s): Cortesía
Redacción

Sobre tus ojos dormidos dejo mis ojos cerrados

para dormir con tu sueño y salir de ti, contigo, 

por los remansos del aire, por los espacios del tiempo. 

Elías Nandino

 

Elena:

Esto de viajar en el tiempo es más entretenido que ser detective. Te escribo desde el futuro donde guardo una foto sonora de tu voz; antes de este instante, no tengo nada. (El instante). Ahora tengo la edad que tuviste cuando amanecía, recuérdalo bien. Hace años comimos en ese sitio de película vieja que jamás volvimos a encontrar. Un piano adornaba el comedor, los espejos, las copas y mi saco rojo. Comimos con tu amigo el experimentador gozoso que tiene medio nombre de emperador Romano, el primero al que le confiaste la caja de Pandora. Él hacía fotos sonoras y videos en tus conciertos; estaba feliz por conocerlo. En ese tiempo en Roma llovía. Convencida de que el espíritu de la poesía se recibe a través del hedonismo, te veía y veía la fuente, llovía y me veía, nosotros y el amor constituíamos la santísima Trinidad, el dogma rosa, central y cursi de la naturaleza de las palabras (¡Diablos, cuánta cursilería y cuánta pretensión!); aunque oscura la coincidencia voluntaria, oscuras las exageraciones en la cama, el ritual cotidiano: beso, sexo y tinta, para perpetuar el amor. 

—¿Exagero en la cama?— te pregunté. 

—¡Mi amor por ti es exagerado!— dijiste. 

Los tres reímos al tiempo que mi cubierto disparó la carne mal cortada por el costado del plato. Hablamos de una película de esas, de amor, de las que a todos nos gustan pero nadie confiesa, donde había dos que ya no eran, porque el tiempo los dejó de ser. Aurelio columpió su mirada en mis ojos y con su boca de aire nos dijo: la miraré con Elena, para que “vea” que hemos perdido el tiempo buscándonos en el presente. ¿Acaso nos hallamos perdidos en el presente y solo podemos encontrarnos en el pasado? ¿Uno se pierde en el tiempo mientras fulguran las reminiscencias de lo que somos? ¿Cuál es la fórmula para Aurelio y Elena? ¿Cuál es la nuestra? 

Explicó que ella era “Elena” sin h, refiriéndose a la Santa, que la otra, “Helena”, la del amante troyano fue la que ocasionó la guerra. Te parecías a Helena con tu pelo largo de notas de violín. Mientras hablaba este nuevo emperador romano, seguí disociando en el futuro, convencida de que la poesía era la fórmula, que mis poemas actuaban como algoritmos que se insertan en tu médula, mi voz bajada de la eternidad implotando como programación neurolingüística en la memoria que nos sueña. La poesía, ¡ahhh! la poesía, como la fotografiaba Nandino, la que “mece la forma en el columpio del tallo, la fruta que prende su olor en los cabellos del árbol”. Creía profundamente en ella, porque juntos todo es mejor .¿Cómo explicarlo? creía en “esos” nosotros, en nuestra forma de existir con la dicha de dos niños que juegan en columpios, trepan tallos y se velan en imaginarios rituales funerarios, mientras tu mamá cuestiona por qué, por qué llamas en la noche y tantas velas, por qué cuerpos tendidos en la mesa, inmóviles, quietos, junto a olores de nube y gladiolas blancas. Tu mamá exige no hacerlo, prohíbe terminantemente jugarnos más, porque el juego augura las catástrofes de la caja y todo se revela, “cual vela que se sombra”. Allá, atrás, antes del pasado, tu niño agitado con la crin suelta y los ojos libres velaba mi muerte;¿qué otra cosa podría ser, sino su muerte un trozo de poesía?

Confía en el tiempo, todo se termina, el amanecer, la hora de la comida, la carne en el plato, el agua de jamaica demasiado dulce, el dulce en los ojos, los ojos cafés que son los mismos, los tuyos, ligeramente más oscuros revolcados también por la salmuera; aunque a escondidas, porque el lujo de llorar mares solo es para los que deben lágrimas a su madre, no por las que hacen la guerra. 

Semblanza

Frydanel Díaz  Carrillo. (Santa Gertrudis, Oaxaca, 1988) Poeta y Maestra en Ciencias de la Comunicación. Actualmente Combina su actividad literaria con la docencia. Forma parte de la Sociedad de las Poetas, un colectivo oaxaqueño que ha publicado el libro "Escribir es lo desconocido" (1450 Ediciones, 2021). Participa también en la antología "Jam mujeril", Nueva Babel (2022). 

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