Israel García Reyes
Diversos videos del francés Anthony Loffredo han fascinado a los internautas luego de que mostrara el cambio de su cuerpo a través de varias cirugías para transformarse en lo que él llama The Black Alien, El Alien Negro.
Actualmente tiene 33 años de edad y recientemente se sometió a una última cirugía para acercarse más a esa idea mental de “perfección”. Él quiere volverse un “alien negro”, a lo que él califica como un “proyecto artístico”.
La intervención quirúrgica consistió en la amputación de dos dedos de cada mano para convertir sus extremidades en “garras”, lo que para él significa un 33% de avance de las modificaciones que pretende realizarse en su apariencia física.
Detalla que en la última década, el francés se ha sometido a todo tipo de cirugías para modificar su cuerpo, así como extensas sesiones de tatuaje que pueden extenderse hasta por cuatro horas cada una.
Cabe mencionar que el proceso de modificaciones lo registra en una cuenta de Instagram llamada “The Black Alien Project”, misma que es seguida por casi 800 mil personas.
Anthony explicó en una entrevista con René ZZ:
“Yo no empecé mi proyecto como quería, porque vivía con mi madre y tenía un trabajo de guardia de seguridad, entonces no podía hacer las cosas que quería. Por eso esperé hasta tener mi casa, mi espacio y en ese momento comenzó el proyecto”.
Recuerda que cuando llegó a los 24 años vio su vida y sabía que no estaba yendo como quería, se veía a sí mismo y entendió que no era quien quería ser. Por eso dejó su trabajo y comenzó su proceso de transformación.
Entre las modificaciones que se ha hecho se encuentran recortarse la nariz, las orejas y se dividió la lengua, lo que implica cortar el órgano muscular en dos.
Abundó que su lengua fue tatuada con una coloración verde y para hacerlo se requirió inyectar el colorante con una jeringa en vez de usar una máquina, en un procedimiento peligroso y delicado por la naturaleza de este órgano.
Igualmente se tatuó los ojos de negro, una cirugía en la que pudo perder la vista.
“La modificación para mí es un estilo de vida, no es solo ponerse un implante”, asegura y agrega que aunque cada una de las intervenciones quirúrgicas fue dolorosa no ha visto una modificación sustancial ni en la vista, la lengua o los oídos.
FOTOS: La Nación /Marca / Radio ROCK & POP
