Joselyn Sharon Román Vázquez es una nadadora mexicana que tiene todas las posibilidades de traerse por lo menos el segundo o primer lugar sin problema, según afirma su entrenador y está preparándose para competir en Italia.
Pero como muchos deportistas en México, no tiene el apoyo de las instituciones, por lo que no solamente debe preocuparse por entrenar lo suficiente, sino para costearlo todo, su traje de baño, el vuelo y la estancia.
Sharon cuenta que ama nadar desde que era niña, ya que sus padres la inscribieron a natación para que pudiera relajarse, pues era un niña muy inquieta.
“Yo empecé a practicar natación desde que tenía 4 años obviamente empezó como una alternativa de mis padres porque yo era muy latosa desde chiquita, me metieron a un deporte que fue la natación desde ahí me gustó mucho”, platicó.
Al darse cuenta de lo mucho que le gustaba nadar, simplemente formó parte de su vida, a tal grado que clasificó para distintas competencias. Hoy se encuentra en el arduo camino para llegar a los Juegos Mundiales de los Trabajadores y Amateur en Italia.
“Siempre me ilusione con la idea de algún día verme en otro país o verme en la televisión o en las olimpiadas, cuando amas tanto el deporte tu sueño es poder representar a tu país. Cuando sucede todo esto y tengo la oportunidad de ir a ese selectivo pues como persona es una ilusión muy grande y el hecho de quedar clasificada es como que tu sueño se haga realidad”.
Pero el panorama no es del todo alentador para la joven originaria de Texcoco, pues explica que al no tener patrocinadores ni apoyos del gobierno, ha tenido que verlo por sí misma, vendiendo postres y realizando rifas.
“Principalmente con la Federación de Natación como hemos visto en muchos casos no me he acercado honestamente con ellos yo vi más fácil ahora sí que acercarme a las autoridades de Texcoco que es donde yo vivo, pero hasta el momento no hemos obtenido una respuesta de algún apoyo hacia mi persona”, explicó.
La joven nadadora comenta que su padre trabaja en el transporte público y su madre en una cocina económica, pero su padre tuvo que dejar su trabajo por un tiempo ya que sufre de retinopatía diabética.
Para empezar, el traje de baño que necesita Sharon cuesta 10 mil pesos, más lo que tiene que pagar para el viaje, son alrededor de 50 mil pesos lo que debe de juntar para lograr llegar a la competencia.
Ante esto, pide que alguien pueda ayudarla o patrocinarla, pues se contempla que puede tener muy buenos resultados, según lo explicó Manuel Lara, entrenador de Shannon.
“Ella va a competir en cinco pruebas, lleva entrenando cuatro años, tiene toda la experiencia ha participado en varias competencias nacionales con muy buenos resultados, muchas medallas, tenemos toda la confianza que va a hacer un buen papel”, afirmó su entrenador.
