Los mexicanos pasamos más de ocho horas de media al día en internet, superando así el promedio mundial de seis y media. La digitalización de actividades ha llegado a límites que hace algunos años eran inimaginables y la gran mayoría de conexiones que realizamos desde nuestra computadora o celular tienen como principal motivo el entretenimiento, el hecho de pasar un buen rato delante de la pantalla. Juegos, redes sociales o plataformas de películas son ejemplos de ello. A continuación, repasaremos las prácticas más aclamadas y sus principales características.
Los más demandados en internet
Estar conectado con nuestro entorno a través de internet se ha vuelto, para muchos, una necesidad. Así se ve con la consolidación de las redes sociales, a las que se destinan más de tres horas a lo largo de la jornada de media. La tendencia que inició Facebook o Meta hace más de una década, la han seguido otros portales, especializándose en contenidos concretos como TikTok, para los vídeos en vertical y de corta duración; Twitter o X, con las discusiones y comparticiones de noticias; o Instagram y su galería de fotografías increíbles.
Otra de las principales demandas, sobre todo en largos tiempos de esperas o al finalizar el trabajo o los estudios, es el consumo de material audiovisual. Los portales de streaming que ofrecen series y películas están a la orden del día y ponen en jaque a la televisión convencional tal y como la conocíamos antes. Series, películas, documentales o programas son parte de lo que podemos encontrar en Netflix y sus competidoras principales. Además, desde cualquier lugar y con conexión a internet, se pueden visualizar las piezas desde los celulares hasta las tabletas.
En las plataformas de juegos, una de las opciones más populares es el blackjack online, una práctica con una larga trayectoria detrás que ha sabido hacerse un hueco en los tiempos modernos. Para ello, se ha adaptado a la perfección a los requisitos que inevitablemente reclama el público digital y que se puede ver con la sencillez en el transcurso de las partidas y su objetivo ‘21’; en la interactividad, al verse acompañado en la modalidad en vivo por un crupier; o en la comodidad de disponer de él en cualquier momento y sin importar el dispositivo.
¿Y qué decir de la música? El consumo de canciones es uno de los fenómenos que más han evolucionado en las últimas dos décadas. Se ha pasado de las descargas de dudosa legalidad y de la visualización en portales como YouTube a aplicaciones especializadas que ofrecen un sinfín de artistas y la posibilidad de escucharlos con o sin publicidad, dependiendo de si se cuenta o no con una suscripción. A su vez, también se han integrado los pódcast, como elemento a destacar, piezas de audio especializadas en una temática concreta.
Características comunes que los hacen virales
Las cuatro actividades que hemos repasado en párrafos anteriores son muy virales hoy en día y responden de forma afirmativa a características comunes. Ejemplo de ello es la multiplataforma, la capacidad de estar presentes y dar un servicio de calidad a través de cualquier dispositivo inteligente. Si bien habrá algunos más cómodos que otros, presentan una buena adaptabilidad. Eso se ve, sobre todo, en el uso de los celulares, el aparato favorito para la población mexicana para establecer conexión con internet.
El diseño de las plataformas o aplicaciones también merece una mención especial, pues la gran mayoría se presentan sencillas e intuitivas para el usuario. De este modo, no hace falta que el internauta sea un gran experto en tecnología, sino que, haciendo uso de su experiencia y sentido común, alcanzará el objetivo. En caso de que fuera lo contrario, generaría un sentimiento de fatiga, y hasta incluso de frustración, que se traduciría como un menor interés en la práctica y una pérdida del público en algunos sectores de edad.
Pero no, las opciones comentadas no solamente son adaptables y simples en su entendimiento, sino que satisfacen rápidamente las necesidades de los internautas. En ocasiones, no es ni siquiera necesario abrir la sesión en cada momento. La persona está registrada y en pocos segundos puede tener en pantalla su serie favorita, el último tema del artista del momento o ver dónde han ido de vacaciones sus amistades. En pocos segundos, se pasa de la nada al todo y eso, fuera del sector del entretenimiento, es difícil de encontrar.
No menos importante es la interactividad como característica principal. Si bien es cierto que dependiendo del tipo de actividad da más o menos pie a reaccionar al usuario, prácticamente todas las aplicaciones similares permiten hacer comunidad de diferentes maneras. Ejemplo de ello son las recomendaciones de las plataformas de contenido audiovisual, la emisión en vivo de los juegos de casino como el blackjack o cualquiera de las redes sociales, consideradas como las reinas de la interacción con sus reacciones y comentarios.
Para ir terminando, también está la diversificación de servicios y funciones, algo que se les puede pasar por alto a muchos. Lo que hace un tiempo parece que pasaba todo por la especialización, ahora lo hace por ofrecer diferentes prestaciones en una misma app. Esto se puede ver en casos concretos como Netflix, que, además de series y películas, ofrece videojuegos; Spotify, que acompaña su infinidad de canciones con los pódcast; o Facebook, que en su día apostó por los vídeos en directo como nuevo método de comunicación.
Y todo lo comentado anteriormente se encuentra a un precio muy económico y, hasta en ocasiones, gratuito. Es cierto que cada vez son más las plataformas y actividades en la red que reclaman de una suscripción, pero las cuantías no suelen ser muy abultadas. El gran paradigma de lo comentado son las de contenido audiovisual, las más costosas no por su precio, sino por la multitud de competidoras que hay y el hecho de que cada una de ellas dispone en exclusiva de algunos de los contenidos más buscados.
