El pasillo de un hospital que desde hace dos sexenios debía dar atención a más de 40 mil pobladores de San Felipe Jalapa de Díaz se convirtió en una sala de expulsión fortuita para Laura Bibiano Durán, quien la mañana de ayer había llevado los alimentos a su esposo.
Para el presidente municipal de ese municipio indígena mazateco de la Cuenca del Papalopan, Arturo García Velázquez, se vuelve a visibilizar la urgente necesidad en materia de salud y la carencia de un hospital que también atendería a municipios aledaños.
Tras confirmar vía telefónica que el nacimiento ocurrió en la mañana, cuando Laura acudió a llevarle los alimentos a su esposo que es una de las 4 personas contratadas por el Ayuntamiento para vigilar el inmueble abandonado, lamentó el parto fortuito.
Sin más complicaciones
“Por fortuna la bebé nació bien, la llevaron al centro de salud de Jalapa, pero el hecho es lamentable” y urgió a las autoridades estatales y federales a voltear la mirada institucional a Jalapa de Díaz.
Desde su punto de vista, el único centro de salud en la población está rebasado en su capacidad. Ahí, hace casi cinco años el hijo de Irma López nació también sin asistencia médica, con la diferencia que el personal rechazó atenderla argumentando que aún no era el momento del nacimiento.
Es la atención ginecológica una de las demandas más importantes y su desatención se refleja en el 15 por ciento de las 37 muertes maternas que aportó Jalapa de Díaz al acumulado estatal durante 2017, según datos de la autoridad municipal.
La conclusión del hospital que inició hace dos sexenios, cuando Ulises Ruiz Ortiz era gobernador, “ha sido una de las necesidades recurrentes” que han planteado a los Servicios de Salud de Oaxaca que en agosto envió un oficio anunciando la reactivación de la construcción.
En 2017, explicó el presidente Arturo García, se estimaba que se requerían 32 millones de pesos para concluir la construir y 50 millones de pesos, pero mucho equipo que ya estaba instalado fue hurtado.
Apenas la mañana del miércoles en esa misma región, pero a la orilla de la presa Miguel Alemán, ocurrió otro parto fortuito cuando la cuarta hija de Soledad, una mujer originaria de Corriente Ancha, Miguel Hidalgo, nació en la lancha que la transportaba para llegar al Hospital Comunitario de San Miguel Soyaltepec, porque en su comunidad no hay médico.
