La entidad cambia hoy su semáforo epidémico de rojo a naranja cuando experimenta uno de los picos más álgidos de la pandemia. Apenas ayer se notificaron 323 nuevos casos de COVID-19, lo que para el infectólogo Yuri Alfonso Roldán implica un incremento de contagios.
Admitió que entre la población hay mucha confusión de lo que implica el cambio en el semáforo epidémico porque no ha habido mucha difusión de lo que ello representa:
“Es el momento en que más casos tenemos. Debemos ser muy cautos y no salir de inmediato a la calle porque la pandemia apenas está entrando al Istmo y empieza a pegar duro en la Costa, el semáforo se debe regionalizar y Oaxaca tener el propio”.
Además de premura pidió que las autoridades valoren si es el momento preciso en que la gente debe salir a los espacios públicos, porque si los hospitales se vaciaron y están alrededor del 50 por ciento se debe a que los pacientes críticos están muriendo.
“En otras regiones como el Istmo de Tehuantepec el pico de la epidemia apenas está empezando”. Quienes viven ahí, al igual que en la Costa, experimentan un retraso en la propagación de la epidemia y carecen de una infraestructura hospitalaria adecuada para afrontarla.
“Es preocupante, porque estamos en un momento de pico de la pandemia, estamos teniendo muchos enfermos; si la gente sale vamos a tener más enfermos y si la economía no aguanta el encierro la gente debe entender cómo los mecanismos de transmisión y prevención para protegerse de la COVID-19”, recalcó el docente de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO),.
Evitar lugares cerrados
Seis meses después de los primeros casos de COVID-19 en China, “ahora hay más evidencia sobre la transmisión aérea, por lo que no es conveniente estar en lugar cerrados”, como los restaurantes donde las personas se tienen que quitar la mascarilla para comer, puntualizó el infectólogo adscrito al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso.
“No hay tanto peligro si la gente sale a correr, el riesgo es estar en espacios cerrados con alguien contagiado que contamina el aire. Está demostrado que usar cubreboca previene el contagio al susceptible y limita el esparcimiento del virus de quienes están enfermos”, por lo que hay negocios que deberían esperar un poco para abrirse, como los cines y restaurantes.
Dijo entender las críticas que la población hace a las autoridades porque pidieron guardarse cuando casi no había casos y ahora pide que salgan cuando los contagios aumentan, “es evidente que la pandemia se va a disparar y la otra semana Oaxaca podría regresar a semáforo rojo”, como ocurrió en esta semana con Chiapas, Coahuila, Guanajuato, Tamaulipas y Veracruz.
“Yo he estado rodeado de enfermos en el hospital y compañeros que resultan que están positivos, pero mientras no dejamos de utilizar el cubreboca, no nos tocamos la cara y no estamos en lugares muy cerrados, no se da el contagio”, contó.
Esas “son medidas muy sencillas” con las que las personas deben mantenerse “en guardia” contra la COVID-19 como una nueva forma de vida, porque nadie sabe cuánto tiempo va a durar la pandemia y “en nuestra cultura hay quien todavía niega la existencia de esta enfermedad, no tiene miedo o no le importa”.
