En el hospital “Doctor Aurelio Valdivieso” los enfermos y los familiares de los pacientes ya resienten los cobros por los servicios médicos, pues recibir atención e incluso para las consultas con el personal médico, que ahora cuestan 140 pesos.
Los cientos de kilómetros recorridos, el malestar y los achaques de los ciudadanos sólo fueron la primera etapa del martirio, pues al llegar al Hospital Civil los pacientes son evaluados para determinar su nivel socioeconómico y aplicar la tarifa o exentarlos del pago.
Carlos fue trasladado desde San Agustín Amatengo por una grave fractura en la pierna, a parte de esperar su atención en los asientos de la recepción, tuvo que pagar 280 pesos para recibir la atención médica.
Este enorme golpe al bolsillo de los pacientes que por falta de recursos económicos asisten a un hospital público, deriva del conflicto sindical en los Servicios de Salud de Oaxaca, donde los trabajadores exigen que el gobierno desembolse más de $84 millones para los uniformes, pero la administración estatal alude que no hay dinero, y las protestas en el sector se han prolongado por más de un mes.
"Al menos saca los 140 para el desayuno -bromeó-, no se vale que ya se vaya Gabino y nos deje botados teniendo que pagar por nuestra salud", el personal de seguridad impidió continuar con la entrevista ya que "sólo estaban permitidas" las entrevistas fuera del edificio.
Como él, cientos de personas con seguro popular tuvieron que desembolsar mínimo cien pesos para ser atendido en el nosocomio; en el área de Urgencias los servicios se brindan sin excepción, pero con el previo aviso de que tendrán costo las operaciones que se requieran.
En el caso de mujeres embarazadas implica un golpe fuerte para la economía de su familia; de ser cesárea la paciente tendrá que pagar cinco mil pesos.
"Mi hija llegó antier y ayer fue la operación para que naciera mi nieto, ahora nos dicen que tenemos que pagar cinco mil para que puedan darla de alta", una mujer oriunda de Huitzo comentó que tendrán que endeudarse para cubrir la tarifa en el hospital público.
Otro caso es la señora Virginia Díaz, quien mencionó que su hija embarazada fue internada y que al quererle cobrar los 140 pesos de la consulta, ella respondió que no tenía dinero y por la urgencia fue internada en el hospital.
"Ojalá que no sea cesárea porque no tengo cómo pagar", cientos de personas enfermas, accidentas o internadas en el nosocomio, viven una confusión porque los servicios gratuitos desaparecieron y su capacidad económica no puede costear la "falsa garantía constitucional" de estar sano.
