Esteban Marcial
A sus 18 años, Lupita (nombre ficticio) dice haber perdido la ilusión de seguir viva.
De acuerdo con su familia, desde hace meses está en tratamiento al presentar una depresión severa.
Por ello, un especialista le indicó tomar medicamentos antidepresivos.
Con el paso del tiempo, constantemente ha sufrido crisis y al parecer hace unas semanas también intentó quitarse la vida.
Otra de las crisis severas le vino la mañana de ayer. Se presume que la joven tomó una sobredosis de su medicamento controlado.
Esto le provocó un trastorno.
Desesperada, la joven salió de su vivienda y logró caminar unas calles hasta perder el conocimiento y caer.
Vecinos de la Panorámica del Fortin se sorprendieron al ver que se trataba de una joven derribada, por lo cual fueron en su auxilio.
Sin embargo, la joven quedó inconsciente y al notar que respondía, pidieron apoyo al número de emergencias C-4.
La paramédico Judith, del grupo voluntario BRYSO llegó al lugar apoyada en una bicicleta y de le brindó la asistencia.
De acuerdo con su pronóstico, la jovencita sufrió un infarto agudo al miocardio y sí requería ser enviada a un hospital.
Más tarde, al lugar arribó el padre de la joven, quien dijo que la trasladaría por sus propios medios a un hospital.
Pasaron los minutos y Lupita volvía en sí.
Su caso llamó la atención de los vecinos, quienes se preocuparon por la salud de Lupita y a la vez por la situación emocional de sus propios hijos.
“Vemos a nuestros hijos todos los días y muchos de nosotros dejamos de preocuparnos por ellos, no les dedicamos tiempo y piensan que sus problemas no tienen solución y es ahí donde caen en depresión”, comentó una vecina que estuvo al pendiente de Lupita hasta que su padre su hizo cargo de ella.
