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El terrorífico caso del "Carnicero de los Andes"

victimas
Foto(s): Cortesía
Agence France-Presse

AFP

En Perú, el militar Telmo Hurtado salió del anonimato un 14 de agosto de 1985 cuando, al mando de una patrulla del Ejército, ejecutó a 69 campesinos de la localidad andina de Accomarca, entre ellos una veintena de niños, aduciendo que pertenecían a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso.

Apodado el "Carnicero de los Andes" y luego ascendido al rango de mayor en la fuerza,  Hurtado se fugó a Estados Unidos con la complicidad de sus superiores en el umbral del siglo XXI.

 

El principal acusado de la llamada "masacre de Accomarca" fue detenido en marzo de 2007 en Miami (Florida, sureste de Estados Unidos), acusado de haber obtenido una visa con falso testimonio. Así, fue extraditado a Perú en julio de 2011.

Durante el juicio, que duró seis años, reconoció ser el autor de la muerte de 30 de las víctimas pero alegó haber recibido órdenes superiores.  

"Eliminar a personas sospechosas de ser subversivas era un procedimiento regular en esa época", declaró Hurtado durante el juicio.  

La orden fue asesinar

En las audiencias, confesó que recibió la orden de asesinar a los campesinos de Accomarca de oficiales de inteligencia, todos dependientes directamente del general Wilfredo Mori, jefe militar de la región Ayacucho, cuna de Sendero Luminoso. Mori negó esa versión en el juicio.

El "carnicero de los Andes" narró que las víctimas "fueron llevadas amarradas y encapuchadas hasta las trincheras y después fueron ejecutadas con armas que llevaban puestas silenciador".

La justicia peruana condenó a 10 miembros del Ejército, parte de una cadena de mando que va desde el general que dio la orden para masacrar a los habitantes del poblado hasta el entonces subteniente Hurtado, condenado a 23 años de cárcel.

A excepción de Hurtado, hoy de 60 años, el resto de los sentenciados debe ser ubicado para su encarcelamiento. 

Para el tribunal, siete de los condenados son autores materiales y tres (los altos mandos) son autores mediatos intelectuales de un hecho considerado como "grave violación a los derechos humanos compatible con el delito de lesa humanidad", según la  sentencia.

Crimen atroz de campesinos

Los hechos ocurrieron al inicio del primer gobierno de Alan García (1985-1990), quien participó en 2014 en el juicio como testigo y calificó el hecho como "crimen atroz".

Hurtado fue dado de baja del Ejército en mayo de 1999 a pedido del entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000), encarcelado desde hace 15 años en el marco de una sentencia de 25 años por la muerte de 25 personas en dos matanzas perpetradas durante su lucha contra el terrorismo (1980-2000).

Fue la prensa quien reveló que Hurtado había sido promovido hasta el rango de mayor y estaba activo en un cuartel, pese a hacerse pública su participación en la matanza de Accomarca.

Dicha masacre ocurrió en 1985 en pleno fragor de la guerra de guerrillas que conducía  Sendero Luminoso en los Andes peruanos, y cuando era moneda corriente la denuncia de atroces matanzas de inocentes perpetradas por uno y otro bando con el fin de sembrar el terror.

Una Comisión de la Verdad y Reconciliación estableció en 2003 que existían en Perú unas 4.000 fosas comunes con víctimas del conflicto interno (1980-2000). 

El enfrentamiento entre el Estado y los grupos rebeldes dejó unos 70.000 muertos y 21.000 personas desaparecidas, el 40% de ellas en Ayacucho, según cifras oficiales.

Víctimas son sepultadas 37 años después 

Los restos de decenas de víctimas del "Carnicero de los Andes" fueron sepultados este viernes 20 de mayo en un pequeño cementerio de una remota aldea de Perú 37 años después de una emblemática masacre de la guerra interna (1980-2000).

En la plaza del pueblo de Accomarca, se dio el último adiós a las víctimas de la matanza.

Decenas de pequeños ataúdes blancos con los restos de las víctimas, con crucifijos plateados en la cubierta, fueron sido velados durante dos días en la iglesia del pueblo por sus parientes.

"Yo perdí a mi madre y a mis cinco hermanos", dijo con lágrimas a la AFP Teófila Ochoa, quien tenía 11 años y se salvó corriendo al campo el fatídico día.

Los soldados que comandaba el subteniente Telmo Hurtado mataron y quemaron a casi todos los habitantes de Accomarca, alegando que eran integrantes de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso. 

Hurtado, "el carnicero de los Andes", cumple una sentencia de 23 años de prisión por la masacre tras ser extraditado desde Estados Unidos. De los 10 militares condenados por la matanza, cinco están prófugos.

"A todos los llevaron en filas, los metieron en tres casas con balacera, bombas y después empezó a arder en llamas. Todos gritaban, fue un terrible momento", relató Ochoa, de 49 años, quien porta una foto en blanco y negro de su madre.

Misa y ceremonia

Estas exequias que tienen lugar con 37 años de retraso han alterado la apacible vida en Accomarca, situada a casi 3.400 metros sobre el nivel del mar y rodeada de cerros con pinos y eucaliptos, que amaneció soleada este viernes.

Una misa fue oficiada en la mañana en la iglesia donde las víctimas fueron veladas el miércoles y jueves.

Después, los pequeños ataúdes fueron llevados a la plaza, al frente del templo, donde se levantó un escenario con fondo blanco con imágenes de las exhumaciones de las víctimas en una fosa común.

Decenas de sepulturas de cemento fueron construidas especialmente para acoger los pequeños ataúdes.

La fiscalía entregó los ataúdes con los restos identificados con muestras de ADN a sus respectivos familiares en el local municipal durante los dos últimos días.

Los familiares han recibido durante el tiempo transcurrido el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para la búsqueda de sus seres queridos, así como el entierro.

"Se ha logrado identificar a 37 personas en las pericias", dijo a la AFP el antropólogo forense Lucio Condori, de la fiscalía. Además, se individualizaron prendas de vestir sin restos humanos pertenecientes a cinco personas.

En enero la fiscalía había informado que "identificó a 42 víctimas entre más de los 69 pobladores ejecutados" en Accomarca, cuyos restos óseos y vestimentas fueron hallados en una fosa común en 2007. 

Sin embargo, 80 ataúdes fueron sepultados este viernes en el cementerio, porque hay también víctimas de otras matanzas, explicó la fiscalía.

"Seguirán esperando"

"Muchos hijos podrán dar cristiana sepultura a sus padres, pero hay hijos que seguirán esperando, porque hay partes [osamentas] que aún no han sido identificadas", indicó a la AFP el alcalde de Accomarca, Fernando Ochoa.

Durante las dos décadas de guerra interna en Perú, los campesinos pobres de los Andes fueron carne de cañón tanto para las guerrillas como para el Ejército.

Según el informe divulgado en 2003 por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, existían en Perú unas 4.000 fosas comunes con víctimas del conflicto. 

El enfrentamiento dejó unos 70.000 muertos y 21.000 personas desaparecidas, el 40% de ellas en Ayacucho, según cifras oficiales. 

Ayacucho fue lugar de nacimiento y reducto principal de Sendero Luminoso.

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