El obispo de Puerto Escondido, Florencio Armando Colín Cruz, emitió un decreto para la celebración de un Año de Acción de Gracias, a fin de conceder indulgencias a los católicos.
El pastor religioso sostuvo que el robo constituye una profanación a la venerada imagen, como igualmente se profana a las personas en sus hogares y en sus bienes.