El histórico defensor del territorio comunal de San Miguel Chimalapa, Don Epifanio Solano falleció a los 85 años de edad, a causa de una enfermedad en la congregación San Antonio Encinal.
El coordinador regional del Comité Nacional para la Defensa y Conservación de los Chimalapas, Miguel Ángel García Aguirre informó que el fallecido, conocido cariñosamente como Don Pifas, fue un digno y admirable anciano zoque, porque fue un luchador de toda la vida por la salvaguardia de sus bosques y selvas.
Expuso que Don Epifanio y otros 12 comuneros cavaron zanjas en el año de 1977 en los caminos a los 20 aserraderos de cinco empresas chiapanecas establecidas en el territorio comunal chima, para impedir la explotación de sus recursos naturales.
Explicó que los aserraderos, propiedad de los caciques de Cintalapa, Chiapas, Rodolfo Sánchez Monroy y Salvador Moguel, fueron instalados desde 1950 mediante concesiones fraudulentas otorgadas por el gobierno federal, con el aval y apoyo de la administración de Chiapas, para la concesión de explotación de madera y extracción de palma camedor, sobre 100 mil hectáreas de bosques de pino y bosques de niebla comunales, ubicadas supuestamente en terrenos nacionales, cuando en realidad pertenecían a San Miguel y Santa María Chimalapa.
“Esos 13 locos comuneros se aliaron en su valiente y suicida lucha, con trabajadores de las empresas madereras, entre choferes, motosierristas, operadores de grúas y maquinaria pesada, llegados de Durango, Chihuahua y Michoacán, inconformes porque sus patrones, además de dar bajos salarios y pagar con vales de tiendas de raya, les negaron el permiso de sembrar milpa en el vasto territorio que explotaban”, señaló.
Subrayó que aquellos rebeldes ex trabajadores de las empresas madereras se convirtieron después en comuneros de la congregación, Chocomanatlán, como Don Alfonso Romero y Don Francisco Romero, al ser aceptados por los zoques.
García Aguirre dijo que la lucha de los 13 comuneros y de los trabajadores inconformes, creció masivamente hasta lograr la expulsión en noviembre de 1977 de las cinco empresas madereras y la cancelación de todos los permisos de explotación forestal sobre territorio comunal chima.
