SAN MARTÍN DE LOS CANSECOS.- Esta región de Valles Centrales, casi al pie del inicio de la Sierra Sur es una cápsula del tiempo. Los restos de un ancestro del elefante, un Gonfoterio de Cuvier de por los menos 20 mil años, fueron hallados y desenterrados por un grupo de paleontólogos de la Universidad del Mar (Umar) en el municipio de San Martín de los Cansecos, del distrito de Ejutla de Crespo.
El especimen, un proboscídeo, de cuyos ancestros se han encontrado fósiles en México de más de 10 millones de años.
El hallazgo reportado hace ya algunos días por un oaxaqueño, el minero Raúl Pérez Vega, y ubicado en el paraje El Palenque, a alrededor de 4 kilómetros del centro de la comunidad.
Los paleontólogos de la Universidad de Mar, Eduardo Jiménez Velasco y Rosalía Guerrero Arena, informaron que los restos encontrados pertenecen a una especie que vivió durante la Era del Hielo.
Los restos hallados son una mandíbula con dientes, costillas, una escápula y un hueso perteneciente a la pelvis del mamífero, ancestro del elefante.
Para los investigadores, este ejemplar es considerado como primo lejano de los actuales elefantes, “este sería el primer registro de su presencia en los Valles Centrales, aunque hay datos que se trasladó en todo el estado”, explicó Jiménez Velasco.
Por sus características, el Gonfoterio, caminó por el actual valle de Oaxaca hace 3 millones de años y se extinguió hace aproximadamente 20 mil años.
Este ejemplar medía en promedio 2 metros de alto por 5 de largo, su peso superaba las 4 toneladas y se alimentaba principalmente de hojas y ramas de arbustos y árboles en sitios por lo general a gran altitud sobre el nivel del mar, dentro de bosques de coníferas, tropicales, matorral, bosques de espina y sitios con vegetación acuática.
En estos trabajos se registró la participación de habitantes de San Martín de los Cansecos. FOTO: Jesús Santiago
Apariencia a elefante
Tenía una apariencia similar a la de los elefantes actuales pero con un cuerpo más robusto, alargado, patas cortas e importantes diferencias se encuentran en sus piezas dentarias con defensas que describen una forma espiral y sus molares con cúspides robustas
A la par de los restos del Gonfoterio, fueron identificados huesos de un caballo que habitó en el periodo del pleistoceno.
De acuerdo con los investigadores, las características del suelo en que estaban enterrados los restos de ambos animales indican, a simple vista, la era en la que vivió cada ejemplar .
La investigadora Rosalía Guerrero Arena detalló que los restos serán llevados a un laboratorio de la Universidad del Mar, ubicado en Puerto Escondido, para determinar con exactitud el periodo en que vivieron y su edad.
“Se pueden analizar los dientes, el desgaste de la dentadura y compararlo con los organismos actuales, de ahí podemos inferir qué comían”, explicó.
La forma de un diente moral se asoma del suelo. FOTO: Javier Jarquín
Las pruebas que iniciarán en los próximos días serán presentadas a la población de San Martín de los Cansecos en aproximadamente tres meses, con la posibilidad de que lo restos queden en exhibición permanente.
San Martín y su fósil
En palabras del presidente municipal de San Martín de los Cansecos, Guadalupe Gonzálo Pérez, jamás en la historia de la comunidad se había registrado este tipo de hallazgo.
Ante el desconocimiento de la comunidad sobre tan importante descubrimiento, el edil adelantó que, una vez entregados los resultados, se someterá a consideración la ubicación de los restos.
El Gonfoterio de Cuvier prosperó en el Norte, Centro y Suramérica por al menos los últimos 3.7 millones de años, hasta que alrededor de 10 mil años atrás este paquidermo enfrentó su extinción.
Su presencia en el mundo llegó al final del Pleistoceno.
