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A “Bantú” no le hacían exámenes desde hace 6 años; estaba muy enfermo

Foto(s): Cortesía
Redacción

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Antes de morir el pasado 7 de julio, el gorila de tierras bajas occidentales Bantú no había sido sometido a exámenes médicos ni del corazón desde hacía seis años, pese a que por su especie, tamaño y edad tenía un alto riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas.


Según el resultado del estudio que un grupo de médicos veterinarios nacionales e internacionales expertos en gorilas realizó –a petición de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del gobierno capitalino–, su muerte no fue por una sobredosis de anestesia, sino porque su corazón enfermo no resistió la aplicación de los fármacos suministrados para su traslado al zoológico de Guadalajara.


Titulado “Consulta sobre el fallecimiento del gorila Bantú del Zoológico de Chapultepec”, el estudio concluyó que el ejemplar padecía insuficiencia cardiaca, además de obesidad, enfermedad del colon, hepatitis, problemas renales, daño neuronal agudo, neumonía intersticial aguda, fibrosis hepática, entre otras enfermedades.


“En el momento del fallecimiento, Bantú no había sido inmovilizado para un examen médico en seis años y nunca se le había practicado un examen ecocardiográfico”, agregó el texto firmado por los especialistas Thomas Meehan, Hayley Murphy y Linda Lowenstine, quienes lo elaboraron “de manera voluntaria, sin mediar ningún tipo de pago o retribución por su servicio”, a decir de la Sedema.



Según los especialistas, la recomendación de los zoológicos acreditados por la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA por sus siglas en inglés), este tipo de animales deben contar con un programa de medicina preventiva con exámenes médicos de rutina para monitorear, evitar y tratar enfermedades de importancia.


No obstante, aparentemente las personas a cargo de Bantú no tenían claro su estado de salud y, por lo tanto, no previeron las condiciones y riesgos que implicaba su traslado con fines reproductivos.


Y es que, según constataron con los resultados de la necropsia, “el corazón de Bantú era manifiestamente anormal en peso y circunferencia”.


Más: “El fallecimiento posterior a la inmovilización para el transporte podría haberse relacionado con el hecho de que el corazón ya no fue capaz de compensar la enfermedad crónica subyacente, pero dada la gravedad de la insuficiencia cardiaca observada durante la necropsia, esto probablemente no apresuró la muerte de Bantú en un grado significativo”.



No obstante, el estudio asegura que “aunque no se sabe cómo evitar las enfermedades cardiovasculares en los gorilas, el diagnóstico de problemas a una temprana edad puede ayudar en el desarrollo de planes de tratamiento, en el monitoreo de la evolución de las enfermedades con el paso del tiempo y en la evaluación del riesgo anestésico”.

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