VILLA DE ETLA, Oaxaca.- Nuevos habitantes, tramas, colores e historias pueblan las paredes de un espacio en el que los niños son los usuarios principales. La nueva propuesta estética que renovó completamente la imagen del Jardín de Niños Ovidio Decroly es resultado de la complicidad de voluntades, creatividad y trabajo de un equipo de jóvenes artistas. El grupo de 21 creadores está por inaugurar la nueva faceta de este kínder que representa un parteaguas en la vida de los pequeños.
Consciente de que la imagen es fundamental en al aprendizaje de todo niño, Isabel Sánchez convocó a un grupo de ilustradores, que anteriormente había invitado para intervenir la barda de Ciudad Universitaria. El nuevo proyecto conjuntó el talento de los creadores con el apoyo de padres de familia y etecos que se fueron sumando a esta iniciativa.
En más de 30 años este espacio no había tenido ni siquiera una remodelación, las paredes de los salones, baños y juegos infantiles tampoco habían tenido un mejoramiento de su imagen, hasta ahora. Convencidos de que la imagen estimula la imaginación de los niños, cada creador desarrolló una propuesta distinta, en las paredes, puertas, bardas, tinacos y sitios de interés de los pequeños.
En entrevista, la artista Isabel Sánchez cuenta que fue en este mismo kínder en el que ella estudió, así como muchos de los padres de los ahora alumnos. Fue hace tres meses que comenzaron a desarrollar un proyecto para intervenir el espacio y mejorarlo, hacerlo adecuado a los estudiantes, incluso desarrollar una propuesta exclusivamente para ellos.
“Metimos el proyecto, para que los chavos hicieran una propuesta visual, que le interesara a los niños. Les expliqué la importancia de la imagen y el color y cómo influye esto en los pequeños. Tuvimos una gran respuesta y el apoyo de varias madres de familia que estuvieron durante el proceso, nos dieron de comer, aguantaron largas jornadas de trabajo con los chicos. Lo mejor fue encontrarnos con gente comprometida”.
La ceramista y grabadora gestionó apoyos para la pintura, pero lo más impresionante fue ver como poco a poco los mismos habitantes de esta villa, que pasaban por ahí, se fueron interesando en el proyecto y se sumaron a él.
“Nos veían trabajar hasta altas horas de la noche, venían a vernos para preguntarnos qué hacíamos o si necesitábamos algo. Muchos nos trajeron pintura, árboles, comida, agua, otros se sumaron con la mano de obra. Fue muy bonito ver la reacción en la gente durante el proceso, algunos curiosos y otros activos, pero todos recibieron de buena manera este trabajo”.
El proceso
Todo el periodo vacacional ilustradores ya consolidados – y algunos recién egresados de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez- dedicaron su tiempo a esta intervención. Algunos en sus ratos libres y otros de tiempo completo viajaron diariamente desde sus colonias e incluso de municipios lejanos para desarrollar sus ilustraciones.
“Las primeras pláticas fueron en la escuela, vimos muchos bocetos, se hicieron propuestas, pero el proyecto se redondeó cuando estuvimos en el kínder. Ahí cada uno se dedicó a explorar cada espacio; muchas decisiones se tomaron a partir de una investigación sobre los lugares de reunión en el receso para los niños. Sabemos que los niños son exploradores por naturaleza y todos recordaron su infancia, durante el proceso muchos fuimos niños otra vez”.
Juan Leonel Pérez, parte del equipo de trabajo y encargado del registro fotográfico, compartió que lo más importante de este proceso es el haber generaron comunidad. Fue importante, dijo, recordarle a los etecos que se pueden hacer grandes proyectos con la suma de voluntades y la disposición.
Recalcó que en toda la Villa de Etla no hay un sólo espacio dedicado a los niños, no hay juegos en los parques, incluso las fuentes no funcionan. Es así que este jardín de niños será ahora un espacio para la recreación de sus estudiantes y un emblema a la niñez de los habitantes de este municipio.
Todo el trabajo se hizo sin el apoyo de autoridades municipales. Parte del presupuesto lo gestionaron con la Secretaría de las Culturas y las Artes, pero lo principal fue el trabajo que los chicos donaron y la mano de obra de madres de familia.
“Los chavos cooperaron en todo momento, suspendieron sus vacaciones y diario vinieron a pintar. Claro que los padres de familia fueron los mas interesados y le entraron al trabajo. Lo mejor de todo es saber que conseguimos concluir este proyecto como comunidad. Todo fue pensado para los niños” añadió Isabel Sánchez.
Nuevo espacio de interacción
La nueva imagen del Jardín de niños Ovidio Decroly no solo será disfrute para sus estudiantes, sino para todo aquel que pase por ahí, ya que será un nuevo espacio de interacción y contemplación para la comunidad estudiantil de la escuela primaria que está enfrente y para los transeúntes.
“Cuando platiqué con los chicos del equipo les dije: -Piensen toda la vida van a tener los niños esa imagen que ustedes diseñen- y es que una de niña ve cosas que ya no olvida; la imagen es poderosa , creativa y detonante. Los chavos se metieron a explorar los espacios de juego de los niños, para elegir qué parte del kínder pintar”.
El proyecto duró casi dos meses, todas las vacaciones y un poco más. Este esfuerzo será presentado oficialmente el miércoles. Ha tenido tanto impacto y ha generado tal agrado en los habitantes de Etla que incluso los chicos que hacen graffiti han respetado las bardas
“Se ve una diferencia tremenda, ha cambiando la imagen, con la conciencia de que es para los niños. Aprovechamos las bardas exteriores para poder llevar la imagen a más gente. A los chavos les interesó mucho hacer piezas especiales para este proyecto, son chicos muy dedicados y comprometidos” comentó Juan Leonel Pérez.
Sin duda, coincidieron, hay un cambio en la percepción del arte o de este tipo de intervenciones. Isabel Sánchez apuntó que además de la dedicación y compromiso de los nuevos artistas, su propuesta y visión sobre el arte es muy abierta.
“El que cualquier persona que pasaba por aquí se interesara por lo que estábamos haciendo fue algo muy valioso, muchos conocieron de cerca cómo es el proceso de trabajo de estos chicos y pudieron conocer su arte. Es una nueva propuesta de descentralizar poco a poco, el arte y acercarlo realmente a la gente”.
El equipo de artistas:
Isabel Sánchez Salgado, Abril Salgado, Jorge Morín, Néstor Reyes López, José Alfredo Juárez García, Mari Garnica La mano cuac, Alberto Vargas Albert von kitsch, Montserrat Sánchez Solano Turquesa, Walter Erick Molka, Palo Hernández Meza Felis, Gamaliel Belarmino GAM, Osmar Santiago Hernández, Jonathan Ramírez Hernández, Jesús Vásquez Martínez, Ricardo Canseco, José Pablo Amaya Pérez, José Antonio Franco Vásquez Jafu, Reyes Hernández, Miguel Martínez Malia y Omar Eli Pérez Perro Negro.
Numeralia
21 artistas
2 meses de trabajo
