Esta vez, los Night Runners (NRS) no corrieron de noche, lo hicieron por la mañana y en domingo aprovechando la suspensión de diferentes atléticas que estaban programadas en la ciudad, con una noble causa, para recaudar víveres en apoyo para la región del Istmo.
En días pasados, el grupo de corredores nocturnos que está por festejar su cuarto aniversario, lanzó la convocatoria a través de Facebook para que la comunidad atlética se uniera a disfrutar de correr por el Centro Histórico y contribuir llevando un kilo de arroz, de frijol, atún, aceite, entre otros artículos para ayudar a los habitantes del Istmo como el municipio de Juchitán de Zaragoza, que fue el más afectado por el terremoto del pasado jueves.
Un aproximado de 50 atletas se presentaron al llamado, entre ellas, la destacada corredora de alta competencia en las atléticas locales de ruta, Guillermina Librado.
Un joven atleta de los Night Runners colocando su aportación al llegar a la salida.
La salida y meta fue en el Templo de Santo Domingo de Guzmán, donde a las siete y media de la mañana ya comenzaban a reunirse los integrantes de Night Runners y de otros clubes o independientes, presentándose con su ayuda para la causa.
Alrededor de las 08:00 horas, luego del respectivo calentamiento, emprendieron la salida para correr por su tradicional Ruta de Barrios.
Así sin seguridad de la Policía Vial pero con la fuerza del corazón por el deseo de ayudar por medio de su actividad favorita en el acondicionamiento físico, recorrieron aproximadamente una distancia de nueve kilómetros.
Uno de los integrantes del grupo, con silbato en mano y haciéndolo sonar para solicitar el alto a los automóviles, asumía el papel de agente vial en los cruces difíciles de las calles de la Verde Antequera. Recorrieron puntos como los templos de La Soledad, El Marquezado, San Felipe Neri, Catedral de Oaxaca, Jalatlaco, con meta en Santo Domingo.
Corrieron con causa.
“La convocatoria surge por parte de nuestro presidente, Joaquín Martínez, por lo que se convocó a la comunidad deportiva para hacer esta ruta de convivencia y bajo la mecánica de aportar un “granito de arena” para contribuir en algo para esas personas que atraviesan por un momento difícil, de dolor y que en algunos casos lo han perdido casi todo”, comentó en entrevista Juan Maldonado, integrante de la mesa directiva de Night Runners.
El grupo se coordina para que los víveres recaudados puedan llegar a los lugares más apartados del Istmo donde hubo daños o en aquellos puntos donde la ayuda aún no ha entrado.
