Gerardo Valdivieso Parada / Noticias, Voz e Imagen del Istmo
JUCHITÁN, Oaxaca.- La alta incidencia delictiva que se verifica en el aumento de robos en tiendas y farmacias y asaltos en las calles a los transeúntes en la ciudad, se debe a la suspensión de fiestas derivado de “un contexto social como el nuestro y en una cultura como la nuestra conlleva a efectos que tienen que ver no sólo con el escenario de la pandemia”, dijo el presidente municipal, Emilio Montero Pérez.
Esto concluyó al declarar que aunque en el estado se ha declarado el regreso al semáforo verde, este municipio se mantiene en rojo debido a que se mantiene en una fase crítica, por lo cual la Jurisdicción Sanitaria número 2 Istmo lo sigue ubicando en el rojo.
Según la estadística de los Servicios de Salud (SSO), el municipio juchiteco se encuentra en el lugar número once de nuevos casos sólo por debajo de Salina Cruz, Ixtepec y Tehuantepec. El mes de septiembre, según datos del Ayuntamiento, reportó 52 decesos ligados al COVID-19 que se inhuman en sus panteones, sin contar los que son cremados en funerarias particulares, la cifra más alta durante los últimos cuatro meses.
En el mes de junio hubo el reporte de seis fallecidos relacionados al COVID-19, para julio aumentó a 20, en agosto se duplicó a 41 personas víctimas del virus SARS-CoV-2 y finalmente en septiembre, con la cifra de 52 personas inhumadas en los panteones de la ciudad.
Para el edil, el municipio atraviesa una crisis social, sanitaria y económica, lo que ha producido una demanda cada día más sentida de los sectores afectados por la suspensión de fiestas como son los músicos, los que realizan bocadillos, comida y arreglos de las fiestas “están ahogados por esta situación”; así también claman por atención los prestadores de servicios y las familias de los contagiados y personas fallecidas que exigen el apoyo de las autoridades.
52muertos por COVID-19 hubo en septiembre
41personas fallecieron en agosto
