JUCHITÁN, Oaxaca.- Mientras los centros comerciales y los salones de fiestas lucen abarrotados, los Centros de Salud en los municipios donde se aplica el refuerzo de la vacuna contra COVID-19 se encuentran semivacíos, en el contexto de la sexta ola de contagios de esta enfermedad.
A diferencia de las jornadas de vacunación del año pasado, cuando se vieron largas filas y tumultos de quienes acudían para obtener el biológico, a una semana de que arrancó la aplicación de la dosis de refuerzo con la vacuna cubana Abdala, los módulos se ven casi vacíos.
Sin largas filas, ahora quienes acuden, mayores de 18 años, tienen que sentarse a esperar, a veces horas, para que se junten al menos diez personas para poder abrir un frasco de 10 dosis y poder aplicarles la vacuna, “para que no se eche a perder”.
El jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número 2 en el Istmo, Ignacio Zárate Blas, informó que apenas se han utilizado poco más de mil 500 dosis, de las 10 mil 400 que llegaron a esta sede para la región; solo el 10 por ciento en una semana.
Indicó que la falta de interés de la ciudadanía por vacunarse, puede tener su origen en el hecho de que es necesario recibir tres dosis, en un periodo de 45 días aproximadamente, para contar con el esquema completo.
Reveló que existe cierto rechazo por esta vacuna, probablemente porque no cuente con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), pues la mayoría de las personas que acuden a los centros de vacunación, preguntan por Pfizer-BioNTech y AstraZeneca.
“Hacemos el llamado a la ciudadanía para que acuda a vacunarse, pues seguimos en pandemia y debemos de proteger nuestra salud”, remarcó.
En diciembre del 2021, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), autorizó el uso de emergencia de la vacuna Abdala, con la denominación distintiva: proteína recombinante del dominio de la unión al receptor del virus del SARS-CoV-2.
Las autorizaciones que emite esta comisión forman parte de la Estrategia Nacional de Regulación Sanitaria, que permite revisar y dar acceso al mayor número de insumos para la salud, siempre y cuando se compruebe la calidad, seguridad y eficacia del producto.
