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Clínicas de Oaxaca no cuentan con guía ni vacuna contra la rabia

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Después de que un perro le causó un rasguño al morderle la mano derecha a su hija de diez años, Alma prefirió no confiarse y acudir a dos unidades médicas en la Villa de Etla, pero en la Clínica Familiar del IMSS no había médico para valorarla ni vacuna antirrábica y en el centro de salud minimizaron el posible riesgo, sin siquiera requisitar una hoja de lesiones, pretextando que sólo era un rasguño y que no manifestaron que el perro tenía señales de rabia, como espuma en la boca.

“Quieren que vigile al perro, pero cómo le hago si no tiene dueño. De la Clínica del IMSS me mandaron a Magdalena Apasco (a seis kilómetros de distancia), pero era perder más tiempo, por eso acudimos al centro de salud para saber si nos daban una orientación y en dado caso la vacuna por si existe un riesgo, pero sólo le pusieron agua oxígenada, algo que también yo pude hacer en casa”, se quejó Alma.

La hija de Alma suele sentirse atraída por todo tipo de animales, sobre todo gatos y perros, y siempre que puede los acaricia sin reparar en que pueden estar sucios o morder, lo que le ocurrió este sábado.

Alma iba a pasar el incidente por alto, pero se acordó de la noticia de dos menores originarios de Palo de Lima que entre diciembre y enero pasado fallecieron en el Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso tras ser mordidos por un murciélago hematófago (que se alimenta de sangre humana) y no quiso ser omisa.

Fallas en aplicación de protocolo

Después de estos hechos en los que la familia de los menores incluso presentaron una queja en la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca por la dilación para que recibieran la vacuna antirrábica y la falta de personal médico que les atendiera con oportunidad, los Servicios de Salud de Oaxaca aseguraron que la vacuna está disponible para su aplicación en caso de requerirse.

Sin embargo, el encargado del programa estatal de Zoonosis, Rodrigo Paul Reyes Santiago, explicó en entrevista que si bien existen 35 tratamientos antirrábicos humanos con inmunoglobulina en Valles Centrales, sólo están disponibles en la Jurisdicción Sanitaria.

Por esta razón, todas las unidades de primer nivel tienen la obligación de reportar todo incidente con un perro para que se valore el riesgo, pero en el Centro de Salud de la Villa de Etla no cumplieron con el procedimiento.

“Ningún centro de salud tiene vacuna, todos los centros de salud tienen la obligación de reportarlo, valorar al paciente, hacer la historia clínica; todo se toma nota y se reporta”, explicó.

Consideró que cuando se trata de perros conocidos y que están vacunados, no hay riesgo alguno de que contagie rabia, pero en caso de uno de la calle, el riesgo puede ser leve y personal de la jurisdicción sanitaria, junto con el programa de zoonosis, “tendría que ir al sitio a ver qué perro fue”, pero no la persona agredida o su familiar.

“Si a mi me reportan, con la jurisdicción sanitaria vamos, aquí el motivo es que las unidades notifiquen, pero si no hay una notificación, nosotros no nos enteramos”, agregó, sobre todo porque la rabia humana es una enfermedad para la que no hay vuelta atrás y lo que sobreviene es la muerte.

Casos de rabia en humanos

Los últimos casos de rabia humana transmitida por perro se reportaron en 2005 en el Estado de México y los posteriores se asocian a fauna silvestre, principalmente murciélago, como ocurrió en Palo de Lima, perteneciente a San Lorenzo Texmelucan, en la Sierra Sur.

A raíz de estos casos, la Secretaría de Salud Federal emitió en enero pasado un aviso epidemiológico para que las unidades médicas de primer, segundo y tercer nivel notifiquen de manera inmediata cualquier caso sospechoso, probable o confirmado en menos de 24 horas.

La Guía para la Atención Médica y Antirrábica de la Persona Expuesta al Virus de la Rabia del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades esstablece que “para descartar o confirmar la exposición al virus rábico el personal de salud del primer nivel de atención, en coordinación con la autoridad local, realizará investigación epidemiológica de campo de acuerdo a lo establecido en la Guía Técnica para la Atención de Foco Rábico”.

Posterior a este paso, “el médico del primer nivel de atención determinará el inicio o no de una profilaxis antirrábica posexposición considerando los resultados de la investigación epidemiológica de campo y  los factores de riesgo descritos en el apartado VII” de dicha guía, los cuales son clasificados en leves o graves, dependiendo la zona de la lesión.   

“No me dijeron cuáles son las señales de alarma que debo observar en mi hija, sólo vigilar al perro, lo cual para mí es imposible”, reiteró.

En el boletín epidemiológico se informa que al corte de la semana diez de este 2023 se han reportado 23 mil 608 mordeduras de perros a personas en el país, lo que representa un incremento del 34.8 por ciento en comparación con los 15 mil 380 casos del 2022.

En Oaxaca las mordeduras de perros a personas se han incrementado en este 202 en un 63 por ciento al sumar ya 992 incidentes, a diferencia de los 384 en 2022.

Para saber... 

 A nivel mundial la OMS reporta 59 mil muertes humanas por rabia transmitida por perro.

Los países de América Latina han disminuido el número de casos de rabia humana y canina significativamente por el control sostenido.

México logró eliminar la transmisión del virus rábico del perro al humano desde el año 2006.

Toda persona que acude a la unidad de salud en el primer nivel de atención para solicitar la profilaxis antirrábica por haber estado en supuesto contacto con el virus rábico, ya sea por exposición ocupacional o por la interacción con algún animal potencialmente transmisor de rabia, disminuyendo el riesgo de que enferme de rabia, debe recibir atención adecuada y oportuna.

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